La parroquia de Lalín de Arriba vivió ayer una jornada festiva, con la tradicional romería en honor a San Antonio de Padua. La primera misa matutina tuvo como colofón la tradicional bendición de los animales, puesto que el monje italiano es patrón de las mascotas. Cuatro vecinos quisieron traer a sus mascotas a dicha bendición. A las 13.00 horas se celebró la eucaristía solemne, con sesión de bombas y una actuación del grupo de gaitas Os Xuncos. La fiesta de San Antonio en esta parroquia del casco urbano es una de las celebraciones más entrañables por su arraigo en la historia local.