Es la cabeza visible de la tercera generación de una familia que en el año 1939 creó una empresa lalinense puntera en el sector gráfico y editorial gallego. Lleva más de una década trabajando en la firma que lleva su apellido con horarios leoninos, aunque reconoce que hace lo que más le gusta. Su móvil no para de sonar mientras concede la entrevista a FARO DE VIGO en una de sus maratonianas jornadas. Porque Nicolás Alvarellos, Nico para todo el mundo, está entusiasmado con su trabajo y no lo oculta.

-Si tuviera que elegir entre la vertiente gráfica o editorial de su profesión, ¿con cuál se quedaría?

-Yo soy más gráfico. Me gusta la parte creativa porque es sin duda la que más te llena. De todas formas, un trabajo bien hecho siempre te gratifica independientemente de lo que sea. A mi, todo lo que está relacionado con el mundo del libro es lo que más me llama la atención. La imagen corporativa también, pero la parte comercial es la que menos me reporta a nivel emocional, aunque hay también excepciones en función de con quién colabores, claro.

-¿Algún trabajo especial con el que se haya quedado satisfecho?

-Son un montón de ellos porque son muchos años. Nosotros, a pesar de ser creativos, al final tienes que hacer un poco de psicología con el cliente porque no está vendiendo tu obra si no que estás poniendo tu toque a algo que te están pidiendo. A mi me gusta trabajar con tiempo, lo que pasa es que muchas veces no lo tienes. Ahora acabo de desarrollar un proyecto para otra editorial como colaboración y acabé diseñando la parte creativa en un tiempo récord de cuatro días.

-Como profesional, ¿qué le parece la imagen corporativa de instituciones y empresas en Lalín y el resto de la comarca?

-Hay un poco de todo. Corporativamente se han hecho buenos y malos trabajos, como pasa en todos los ámbitos. Muchas veces te sorprendes porque ves buenos trabajos en empresas pequeñas, que cuidan mucho la imagen, y gente de las grandes firmas que la descuidan. Una imagen sólida la necesitamos todos pero hay empresas donde es menos necesario porque no venden directamente, a través de intermediarios. Sin embargo, es importante tenerla, sobre todo, si vendes un producto o si tienes una fábrica, además cuentas con una tienda que te dé visibilidad. Incluso a nivel personal, a día de hoy, con las redes sociales la imagen es importante porque te posiciona.

-¿No le parece que existe demasiada uniformidad en los logos de las empresas de la zona?

-Yo creo que falta un manual de estilo al respecto. De repente, te encuentras un negocio que tiene un "logo" en una fachada y que, después, cara al público usa otra imagen y en la web otra cosa completamente distinta. Contratan directamente un trabajo productivo y se olvidan de lo creativo. A ese nivel, el asunto está poco cuidado.

-¿Se considera consumidor de las redes sociales? ¿Qué le pareció la repercusión que tuvo en la zona recientemente el fenómeno viral "El Legado de Tibu"?

-Si te soy sincero, todos los días me conecto a las redes sociales como Twitter o Facebook pero no soy una persona que esté todo el día colgando noticias o compartiendo. Gestiono cuatro o cinco perfiles unido entre sí para darle visibilidad a mi trabajo. En cuanto a lo del "legado", no me sorprendió lo que pasó porque la cosa más tonta tiene una repercusión enorme. Yo lo que pido es que no llegue a mí.

-¿Qué prefiere? ¿El libro de toda la vida o el digital?

-Yo soy un defensor del libro físico, lo que pasa es que ambos van a tener que convivir y que estamos en un momento de cambio grande. Como editor no creo en el libro digital sin el libro físico para algunas cosas, de la misma manera que no creo en el libro físico en solitario. Hay cierto tipo de libros que necesitan de la parte digital porque te ofrece otros recursos diferentes. Además, el concepto de libro como objeto no se va a suplir con nada. Nosotros tenemos ediciones pensadas para digital y, después, se hacen también físicamente. Como concepto depende de muchas cosas.