A punto de cumplirse un mes del incendio que calcinó la nave de embalaje de la granja de conejos que posee la cooperativa Cogal en la parroquia rodeirense de Carboentes la firma ya ha recibido la indemnización correspondiente por parte de la empresa aseguradora. La suma que se sitúa entre los 150.000 euros y los 200.000 euros, aunque no ha llegado a trascender la cantidad exacta percibida, cubre la totalidad de los daños.

Durante el incendio del 14 de mayo, el fuego afectó en especial a las cubiertas y las fachadas de la parte de la nave destinada a almacén, donde se inició el fuego. También ocasionó importantes desperfectos en una zona contigua donde se ubicaban los animales. En concreto, durante el accidente se contabilizaron 750 bajas de conejas reproductoras a raíz del humo, un 20% de la genética de la firma. Asimismo, las llamas produjeron daños en maquinaria y en los sistemas de ventilación y calefacción así como en el mobiliario, por lo que el presupuesto de compensación incluye todos estos aspectos. Por su parte, la firma aseguradora, Mapfre, asegura que las labores de peritaje y valoración de los daños se han llevado a cabo en los tiempos establecidos y que se ha llegado a un acuerdo satisfactorio entre ambas partes.

Un mes después, las firma ha concluido durante esta semana los trabajos de desescombro de la nave afectada y las tareas de limpieza y lavado de las superficies afectadas. Sus responsables esperan comenzar pronto con las obras de reconstrucción. Por el momento han conseguido ya reponer la totalidad de los animales perdidos durante el siniestro, que han ubicado en una nave aledaña que se encontraba vacía y que, tras un período de acondicionamiento previo, alberga ahora casi 800 ejemplares de conejas reproductoras. Si bien estos animales no se encuentran, por el momento, en una fase productiva, ya que deben pasar primero por las etapas de inseminación y gestación.

Desde la firma aseguran que aunque el incendio ha supuesto un gran contratiempo y ha ocasionado pérdidas de productividad han intentado mantener su producción sin provocar una inmediata repercusión en el abastecimiento de otros criaderos. "Hemos tenido que hacer un esfuerzo extra pero hemos seguido con nuestros ritmos de trabajo casi habituales", aclara Juan Castro, gerente de la firma. Además, tras el incidente, desde la cooperativa apuntaban que incluso podrían registrarse más muertes de animales debido a la situación de estrés vivida durante el incendio, pero finalmente el número de bajas no aumentó a posteriori.

La pérdida del espacio dedicado al almacenaje ha ocasionado más trastornos a los productores ya que se han visto obligados a realizar reposiciones más periódicas en sus naves. "Se trata de un sobreesfuerzo pero tenemos que adaptarnos a las circunstancias actuales," matiza Castro.

E-n lo referido a las posibles causas que originaron el incendio por el momento los responsables de la firma no han conocido los resultados de la investigación pertinente.

Cogal, que comenzó su actividad en 1985 y en la actualidad se establece como una de las entidades más importantes de Rodeiro.