La decisión de prescindir del petitorio, por primera vez en la historia, es interpretada por la comisión de hostelería de la AED como una forma de liberar de responsabilidades a la organización del éxito o fracaso de las fiestas. Entre los hosteleros ayer fue muy comentada -como todos los años- las declaraciones del gobierno local relativas a las escasas aportaciones de algunos negocios. Varios empresarios de este gremio admiten que puede haber compañeros que realicen donativos por debajo de sus posibilidades, pero alertan de errores en el petitorio en años anteriores. Explican que en más de una ocasión las personas encargadas del petitorio portaban un libro de cuentas que indicaba qué aportación había hecho cada negocio el año anterior y que no coincidían las cantidades entregadas con las que se anotaban luego, que diferían en casos en hasta 200 euros.