El Pontiñas Centro Comercial y de Ocio Gadis de Lalín albergará mañana un "zumbathon" benéfico en favor del colectivo O Mencer. La actividad tendrá lugar entre las 18:00 y las 21:00 horas y tiene como principal objetivo recaudar leche, aceite, azúcar y alimentos infantiles destinados a las familias más desfavorecidas del municipio. La sesión estará dirigida por la instructora venezolana afincada en Lalín Angy Ojea, que estará acompañada por otras cuatro monitoras durante una espectacular puesta en escena con una ambientación musical diseñada para la ocasión.

-Existe cierta confusión sobre lo qué es zumba. ¿Se trata de una disciplina deportiva o quizás es una suerte de baile adaptado para las clases aeróbicas en gimnasios?

-El zumba, básicamente, es una mezcla de coreografías fáciles y divertidas. Lo que en realidad engancha en esta actividad es que hagas ejercicio y al mismo tiempo te lo pases bien. No tiene nada que ver con el aeróbic, que para mucha gente resulta más monótono a la hora de practicarlo. En el zumba se juega mucho con canciones actuales y comerciales, que hacen que sea mucho más ameno para todos los que participan.

-¿Existe un tiempo determinado para llevarlo a cabo?

-Normalmente las sesiones tienen una duración aproximada de una hora en las que puedes perder entre 500 y 800 calorías, si te mueves durante todo el tiempo. Por eso digo que, además de hacer un ejercicio saludable, con el zumba te pones en muy buena forma.

-¿Es cierto que las mujeres son siempre mayoría en las sesiones de zumba, donde sigue existiendo poca presencia masculina?

-Es verdad. Yo tengo conmigo a muy pocos hombres en Lalín que se apunten a zumba. Yo pienso que les debe de dar algo de vergüenza porque la inmensa mayoría son mujeres de todas las edades. Existe la impresión entre los hombres de que como no saben bailar no se les da bien zumba, pero eso es algo que no es cierto. Lo que está sucediendo ahora es que se han empezado a ver muchos monitores masculinos de zumba para que los hombres se metan en este mundillo sin ningún complejo. De todas formas, te puedo contar que yo sólo tengo a un chico entre todas las clases que imparto ahora.

-¿El zumbathon del Pontiñas está abierto a todo el mundo?

-Sí, cualquiera puede participar. Lo primero será una sesión de zumba kids para los más pequeños y, después, haremos una sesión para personas de todas las edades. Conmigo estarán Alba Iglesias, Marisol Jacquemain, Catarina Prada y Laura Prieto, que me ayudarán en las coreografías. Al final, entre todos los donantes de alimentos se sortearán distintos artículos que nos han donado para la ocasión distintas tiendas de Lalín. La idea es conseguir el mayor número de alimentos para las personas que lo pasan mal.

-¿El zumba ayuda a combatir el estrés que padecemos?

-Sin duda. Hay mucha gente que me comenta que viene a clase para quitarse de encima el agobio diario. Y funciona porque incluso te olvidas de tus preocupaciones. Es una de las disciplinas en auge desde hace aproximadamente una década en todo el mundo, y es por el hecho de luchar con el estrés.

-¿De dónde vino el zumba?

-Nació en Colombia. Su creador fue a Miami a promocionarlo y, aunque su idea era llamarle rumba, como los norteamericanos les cuesta pronunciar la letra erre le cambiaron el nombre. Lo gracioso es que el único país donde se malinterpreta la palabra zumba es en España.