A finales de febrero, el Concello de Vila de Cruces anunciaba a través de su web la puesta en marcha de su ropero municipal. El servicio cuenta con voluntarios que se encargan de revisar el buen estado de la ropa así como de clasificarla por géneros y por edades una vez que llega a las dependencias del ropero, en el inmueble del centro de salud. La concejala de Benestar Social, Beatriz Iglesias, explica que en realidad el Concello atiende las demandas de sus vecinos desde 2010, pero desde hace tres meses es la educadora social quien se encarga de canalizar todas las entregas y las peticiones. Así, las personas que deseen entregar ropa y calzado han de ponerse previamente en contacto con la educadora a través del teléfono 986 582 017 para concertar el día en que pueden acercar su donación al consistorio. Aquellos vecinos que tengan una necesidad específica pueden comunicársela a esta experta, que les entregará la ropa que precisan "y, una vez en casa, la prueban. En caso de que no les sirva, han de devolverla al Concello" por si puede cubrir otra demanda, apunta la edil.

En los últimos años los principales usuarios del ropero municipal son los niños y las personas mayores. Entre los niños, suelen precisan en mayor cantidad ropa de chico "ya que los chavales suelen destrozarla más". En cuanto a las personas mayores, la concejala quiere recalcar que se producen entregas de ropa con muchísima frecuencia, por lo que a corto plazo el ropero municipal tiene cubiertas las necesidades de textil y calzado para los más veteranos del municipio.

Con la, digamos oficialización del ropero, se hizo una campaña de difusión del mismo tanto a través de las numerosas asociaciones que operan en el municipio como en los propios centros educativos. Iglesias añade en este sentido que la colaboración que prestan los vecinos en este servicio "es excelente, porque ya antes de la puesta en marcha del ropero, y sobre todo en las parroquias del rural, era frecuente que los vecinos se fuesen pasando ropa que ya no necesitaban" y a la que se le daba, así, una segunda oportunidad.