Los municipios de Deza y Tabeirós-Terra de Montes entregaron el año pasado 1.197.465 kilos (1.197 toneladas) de envases de vidrio para su reciclaje, según dos datos que hizo público ayer la asociación sin ánimo de lucro Ecovidrio. Esta cifra supera a la de 2012 en 36.400 kilos, a pesar de que en un año se han perdido 1.121 habitantes en la zona y que, como veremos, Lalín, Silleda y Dozón reducen su volumen de entregas.

Así pues, en la comarca dezana se entregaron, en total, 695.930 kilos, es decir, 11.400 más que en el año 2012. Casi la mitad del material procede de los contenedores de Lalín, pues en sus 147 depósitos (aumentó en siete en el último año) se recogieron 319.350 kilos. La cifra es importante pero no todo lo positiva que debiera, porque denota un descenso de 4.110 kilos en comparación con los 323.460 que se constataron el ejercicio anterior. Los resultados del segundo municipio más importante de la comarca, Silleda, también deja en evidencia la necesidad de incidir en una mayor concienciación ambiental. En Trasdeza, durante el año pasado sus vecinos entregaron 141.350 kilos, es decir, 580 menos y a pesar de que en el municipio se instaló un contenedor más, subiendo así a 57.

En el municipio cruceño, los 106.610 kilos de vidrio suponen un aumento de 6.640 en comparación con 2012. Tanto Vila de Cruces como Rodeiro tienen 32 iglús, tras aumentar en uno durante el año pasado. Esta coincidencia se debe a las excelentes cifras que cosecha el municipio cambote. Su incremento en cuanto a reciclaje de vidrio es similar al del cruceño, al subir en 6.340 kilos. Eso sí, la cantidad resultante, 71.930 kilos es, por lógica, más modesta que la de Cruces, ya que Rodeiro tiene casi 3.000 habitantes menos.

En lo que concierne a Agolada y Dozón, Ecovidrio también aumentó el número de contenedores del primero, que pasa de 12 a 15 y como respuesta a su incremento del reciclado en los últimos años. En el que acaba de terminar, Agolada depositó 43.590 kilos, 4.890 por encima de los que registrados en 2012.

Dozón, por su parte, se une a la lista de municipios con resultados negativos. Si su dotación para la separación de residuos ya es de por sí deficiente, el año pasado se agravó aún más en cuanto a la retirada de vidrio, al perder la mitad de sus iglús y quedarse sólo con dos. La tremenda dispersión de este municipio explica que se hayan entregado sólo 13.100 kilos, la cifra más baja de toda la provincia. Por encima, supone un descenso de 1.780 kilos en comparación con la cantidad que se había entregado durante 2012.