Desde hace varios años, en las instalaciones de este gimnasio de la rúa B se ofrece un amplio abanico de actividades y tratamientos según qué zona del cuerpo se desee trabajar. Su propietario, Antonio Riádigos, asegura que en los últimos tiempos el "efecto llamada" de la operación biquini va dejando paso a una cultura deportiva consciente de que los efectos son a largo plazo y que la práctica de ejercicio no se puede abandonar.

-¿Ha dejado de verse el deporte como un sacrificio necesario para perder peso?

-Es cierto que el ejercicio físico tiene un coste, porque hay que dedicarle tiempo y cierto esfuerzo, pero a cambio, si uno es constante y mantiene esa rutina de hacer deporte dos ó tres veces por semana, verá que obtiene efectos beneficiosos, como un sueño más reparados o mayor agilidad.

-¿Es posible conseguir un cuerpo perfecto en un mes?

-No, no lo es. Los resultados son a medio y largo plazo. Por suerte, los medios de comunicación tienen cada vez más programas sobre la salud y los beneficios que aporta el ejercicio físico. Por este motivo, cada vez somos más conscientes de que una dieta sana, baja en calorías y carbohidratos, unida a la práctica de deporte, es fundamental para un bienestar físico pero también psíquico, porque no olvidemos que al hacer ejercicio liberamos endorfinas, las hormonas que generan bienestar.

-Usted manifiesta que los clientes de gimnasio de verano son cada vez menos, en favor de un usuario más constante a lo largo del año. ¿También ha variado la edad de su clientela?

-La verdad es que sí. Antes, solía acudir gente joven, y en los últimos años es más frecuente ver a gente mayor, influenciada por los programas de televisión y su médico. Es más, conozco casos de gente mayor que nunca había hecho ejercicio antes y que ahora descubre que, gracias a la práctica de deporte adecuado a su edad, tiene más apetito, por ejemplo. También tengo que decir que los mayores son más perseverantes que la juventud a la hora de hacer deporte.