Un incendio, originado por causas desconocidas, calcinó ayer la nave de embalaje de la granja de conejos que posee la cooperativa Cogal en la parroquia de Carboentes (Rodeiro). Los servicios de emergencia recibían la alerta pasados ocho minutos de las 13.00 horas. Según explica el presidente de la empresa, Natalio García, en esos momentos los operarios estaban atendiendo los animales, y la voz de alarma saltó cuando diversos viandantes vieron, desde la carretera que pasa al pie de la finca, que salía una gran columna de humo del complejo. El humo podía verse con facilidad incluso desde el vial que enlaza Lalín y Rodeiro, ya que la granja se sitúa en un terreno elevado.

Al lugar se desplazaron de forma inmediata los vecinos de la parroquia para echar una mano, así como el retén de bomberos, Protección Civil de Lalín y la Guardia Civil. Los efectivos del Grupo de Emerxencias Supramunicipais de Lalín (GES) fueron los primeros en llegar a la finca, y se encargaron de controlar el fuego hasta que acudió el equipo de los bomberos. El GES se desplazó con una motobomba y un camión nodriza. Las llamas se originaron en el almacén, en el que para más inri días atrás se había guardado una gran cantidad de cajas de cartón, virutas y envases que se usan para trasladar las reproductoras que se venden a otras explotaciones. Todos los presentes se afanaron en retirar el material que todavía no había ardido al exterior del almacén para evitar que se avivase el fuego. Pero éste se extendió a un compartimento de la nave en la que se ubican los animales. Esta nave ocupa en torno a 4.000 metros cuadrados, y se divide en estancias, mediante tabiques, según el tipo de animal. En una primera estimación de los daños, García calcula que el fuego causó ayer la muerte de unas 800 reproductoras. La empresa disponía de en torno a 2.000 "abuelas" seleccionadas, así como de unos 1.500 machos.

Tanto el presidente de Cogal como su gerente, Juan Castro, avanzan que las pérdidas no van a quedarse aquí. El humo y el estrés pueden causar en los próximos días la muerte de más ejemplares, además de abortos en las hembras preñadas. Así que la mortandad de ayer va a repercutir, a medio plazo, en el abastecimiento a otros criaderos. De forma paralela a la extinción de las brasas en el almacén de embalaje, bomberos y GES se afanaron en airear los módulos en que se alojan los animales, ante la imposibilidad sacarlos al exterior de las dependencias.

Pala para retirar el material

Los trabajos de extinción se prolongaron hasta casi las 19.00 horas de la tarde. El calor que alcanzó el almacén fue tal que se desplomó el techo y parte de la estructura metálica del mismo. El material combustible que se guardaba en él obliga a que tanto ayer como hoy se vigile este módulo para evitar el resurgimiento de las llamas. Por eso, ya durante la tarde de ayer una pala se encargó de retirar los restos de cajas y envases quemados para poder enfriar todo el material en el exterior.

El incidente causó una tremenda conmoción en todo el municipio, hasta el punto de que los agentes de la Policía Local de Lalín se pusieron a disposición del 112 en caso de que fuese necesaria su ayuda. El alcalde de Rodeiro, Luis López, se desplazó pasadas las 14.00 horas a la nave de Carboentes, para conocer de primera mano las pérdidas de la que es la empresa más importante de Rodeiro y una de las de referencia a nivel comarcal. El regidor quiso hacer hincapié en la gran labor que realizan servicios de emergencias comarcales como los bomberos o el GES, dado que "un presupuesto como el que manejamos en Rodeiro nos impide tener un equipo" municipal que disponga de la formación y los medios adecuados para intervenir en este tipo de sucesos.

Cogal comenzó su actividad en 1985. Hoy en día vende también carne de pato y promueve un polígono industrial en la parroquia de Álceme, donde tiene su sede., de cara a poder ampliar sus instalaciones.