Habla despacio, meditando todo lo que dice y con gestos propios del que está de vuelta de todo. Su porte elegante incluye una boina colocada con un estilo reservado a unos pocos y cuenta con un apellido que da nombre a una de las sagas más emblemáticas de la comarca de Deza, en especial a la parroquia de Vilatuxe, que hoy recuerda la Feira dos Carballiños, un evento en el que Carlos Agulló participó durante buena parte de su vida.

-¿Cómo fue su llegada a Lalín desde su Ferrol natal?

-Mi madre, que era maestra nacional, me tuvo de soltera y por aquel entonces corría el peligro de perder su trabajo por ese motivo. Ella me dejó con una ama de cría en Ferrol, donde estuve hasta los once meses, y después como mi madre no podía ir a verme con frecuencia porque la vigilaban, cuando me volvió a ver raquítico me trajo para aquí, en Lalín, para una familia que eran amigos de mi abuela. Ellas me criaron y eran primas de Franco y todo. Las tres eran hijas del primer registrador de la propiedad que tuvo Lalín. Un pariente de ellas, que era Intendente de la Armada, le dijo un día a Franco que tenía dos primas en Lalín que se estaban muriendo de hambre y que, por encima, habían acogido a un niño de la posguerra, que era yo. Al final, les mandó cien pesetas mensuales a cada una por el Ayuntamiento. Te estoy hablando de una época cuando Lalín eran las calles José Antonio, General Franco y Joaquín Loriga, además del barrio de abajo, el campo de la feria y el Tirabeque. Yo todo el centro de Lalín lo recuerdo como huertas y fincas.

-¿Cuándo recaló en Vilatuxe?

-Una sobrina de las mujeres que me criaron se casó en Vilatuxe y me llevó para allí teniendo yo unos siete u ocho años. Su marido era un señor que tenía una buena propiedad, y cuando murió, me prohijaron y heredé aquello. Desde el año 47 viví en Vilatuxe hasta el 73, que marché para Mouriscade para la finca de la Deputación, y allí estuve 37 años seguidos. Después volví a Vilatuxe, a la casa que tengo allí y donde vivo desde entonces.

-¿Dónde radica la singularidad de esta parroquia de Lalín?

-Para empezar, Vilatuxe fue ayuntamiento propio, y el lugar donde yo vivo es el verdadero Vilatuxe. El resto son las aldeas que las componen. Yo creo que es una de las parroquias más grandes de España en extensión superficial. Los vecinos son gente normal y muy trabajadores. Es un sitio de mucho emigrante, no tanto como Zobra, pero ahí muchos viajaron a Venezuela y a Panamá. Recuerdo a un señor de Vilatuxe que fue de los últimos de Filipinas e incluso estuviera en la Guerra de Cuba. El día que murió fui yo con el sacristán. Llegó a ser jefe de prisiones durante la Guerra Civil, aquí, en Lalín. Se llamaba don Antonio López.

-¿Qué recuerdos guarda de la Feira dos Carballiños?

-Era una de las ferias más importantes de Galicia de ganado lanar y cabrío. La zona de Zobra, Lebozán, Vilatuxe, Soutolongo, Barcia, Laro, Doade tenían una gran concentración de este tipo de ganado. Uno de los que más tenía era mi suegro porque tenían el rebaño de Gondoriz y el de Bustelos. En la feria no se hacía mucho dinero porque entonces el dinero no corría. Yo recuerdo de tener una cabra con ocho o nueve años y vender un cabrito bueno por 25 duros. Venía un herrero, los clásicos pulpeiros, se vendían desde cerdos de cría hasta cebados, venían los "quincalleiros" que vendían los condones camuflados en los cigarrillos porque estaba prohibido y también venían los "zoqueiros". Lo que no había eran tenderos de ropa porque allí había dos comercios de tejidos y no tenían nada que hacer. Además, los comerciantes de tejidos eran de venta ambulante que incluso iban hasta A Bandeira en sus propios carromatos.

-¿Cómo se puede explicar que Vilatuxe cuente con un tan alto índice de suicidios?

-Recuerdo hace años, cazando con un juez, que paramos en A Saborida para comer y llegó un hombre alterado para decirnos que había aparecido colgada una mujer, que la había encontrado un hijo mío colgada de un pino. El juez me dijo que se había salvado de una buena porque no estaba de guardia, y apostilló que no tardaría mucho en colgarse otro. Hablando, también me comentó que entre las zonas de España con más altos índices de suicidios están Andalucía y Galicia. Dentro de Galicia, la provincia de Pontevedra y por parroquias, la número uno de España, es Vilatuxe. No se sabe el por qué. Yo recuerdo en toda mi vida una docena de suicidios allí de gente de mediana edad, y más bien jóvenes. Incluso llegaron a decir que si sería del agua o del clima de la zona. Una de las cosas que dicen que afectan mucho son los noviazgos y, también, las "meigas".

-¿Prefiere Vilatuxe o Mouriscade para vivir?

-Yo, donde estoy más cómodo es en Vilatuxe. En Mouriscade estaba más aislado. Últimamente teníamos teléfono, pero cuando llegué allí el que vendiera la finca no quería la luz eléctrica y tenía una dinamo en un río que se estropeaba muy a menudo. En Vilatuxe la luz, por ejemplo, vino en el año 58 o 59, que la puso la compañía Hidroeléctricas del Deza, la empresa de Licho, que después vendieron a Fenosa.