Los ganaderos y cazadores colaborarán en un proyecto de alimentación disuasoria del jabalí durante la etapa de siembra y germinación del maíz, que comienza estos días y que se extiende hasta principios de junio. Este sistema funciona desde hace tiempo en el concello coruñés de O Pino así como en diversos países europeos. Pero desde la Xunta se carece de financiación con la que pueda consolidarse esta medida, así que desde el sector se abre la posibilidad de que los concellos colaboren aportando personal y todoterrenos que permitan acceder a las zonas donde encaman las manadas -previamente detectadas por los tecores- y esparcir cereal para evitar que bajen a las fincas de cultivo.

El secretario de Desenvolvemento Rural, Jacobo Feijoo, recuerda que el 80% de los daños de jabalí en el maíz se producen en la etapa de siembra. El resto tiene lugar en agosto, cuando la espiga está madurando. Feijoo acudió ayer en Pontevedra a un encuentro con representantes de Medio Ambiente, al que también asistieron miembros de Xóvenes Agricultores y Sindicato Labrego Galego. Por parte de los cazadores, estuvieron los presidentes de los tecores de Lalín y de Silleda, además de los titulares de la Asociación de Clubs de Caza Maior de Galicia y de la Federación Galega de Caza.

En torno a 80 salidas

La reunión sirvió para repasar los protocolos de actuación en caso de entrada de jabalí en parcelas. "Para agilizar el servicio, el afectado podrá contactar con las oficinas de las organizaciones agrarias, que transmitirán a la Xunta los datos de la finca y del polígono. Medio Ambiente autorizará las esperas en un plazo de 24 horas", explica Feijoo. Este sistema permitió que el año pasado se realizasen 80 intervenciones en toda la provincia.

Durante las esperas se recomienda disparar a los animales cazables que pesen menos de 40 kilos. Así, el líder de la manada trasladará a ésta a otro lugar, de forma que incluso se evitan riesgos de accidentes en carreteras, ya que al matar a la madre de la piara, los animales solían permanecer, desorientados, durante algunas jornadas en el mismo lugar e invadían las carreteras más próximas, apunta Feijoo. Por si acaso, una vez que se realicen las esperas también se permitirá una actuación con perros para disuadir a los jabalíes que todavía se encuentren en el entorno de la finca afectada.

Los tecores elaborarán una lista con los cazadores que estén dispuestos a participar en estas esperas. Desde Unións Agrarias se hace hincapié en la "voluntad de colaboración" que muestran las sociedades cinegéticas.