Veteranos del sector aseguran que la actividad comercial en las comarcas de Deza y Tabeirós-Terra de Montes "ha tocado fondo". La crisis ha hecho mella en el colectivo, obligando a muchos profesionales a echar el cierre ante la caída de las ventas, provocada por la pérdida de poder adquisitivo de las familias, si bien el algunos casos el fin de los negocios obedece a una falta de relevo generacional. No obstante, el comercio es también una de las salidas laborales más recurridas entre los desempleados, muchos de los cuales prueban suerte montando una tienda o un negocio de cara al público.

La tendencia negativa en lo que a pérdida de establecimientos se refiere, se mantiene en los inicios de este ejercicio con respecto a 2013. Si hace un año operaban 1.528 tiendas en los nueve municipios de la zona, a fecha de 28 de febrero de 2014, el número era de 1.513: Quince menos. Entre enero y febrero, cesaron su actividad 42, pero la caída se vio compensada con el nacimiento de 25 nuevos negocios. Son datos extraídos de un estudio elaborado, a fecha de 28 de febrero, por la Federación de Comercio de Pontevedra sobre la evolución del sector en las comarcas.

El único municipio que experimentó una leve crecida en el último año fue Agolada, donde hay 52 establecimientos activos, uno más que en 2013. Por su parte, Rodeiro, Dozón y Cerdedo lograron mantener sus 64, 14 y 6 comercios, respectivamente. Por el contrario, las cabeceras comarcales son las que más puntos de venta han perdido. Lalín dispone de 649 y A Estrada de 385, cinco menos que en cada uno de los casos. Le siguen Vila de Cruces, con 156 locales -tres menos- y Silleda que, con dos menos que en 2013, alcanza los 121. Mientras, Forcarei resta uno y se queda con 66.

El volumen de comerciantes que echan la llave a sus puertas se ve aliviado con la inauguración de nuevas tiendas. Sin ir más lejos, aunque, dicho está, Lalín y A Estrada son los municipios que soportan una mayor caída, también se sitúan entre los que más aperturas registran. Tomando como referencia los 59 primeros días de este año -el período que establece la Federación de Comercio de Pontevedra para realizar su comparativa-, se comprueba cómo solo entre Lalín y A Estrada suman 21 cierres, justo la mitad de todos los computados en los nueve concellos de la zona. En la capital dezana desaparecieron entre enero y febrero 12 negocios, y en la de Tabeirós, nueve. Cabe destacar que en A Estrada cesaron en ese período más del doble de locales de los que se dieron de alta, puesto que solo cuatro probaron suerte. La diferencia en Lalín no fue tan drástica, aunque sí notoria, ya que frente a la docena de bajas, hubo siete activaciones.

En total, en la zona se formalizaron 25 aperturas, 18 en Deza y las siete restantes en Tabeirós-Terra de Montes, una comarca con casi la mitad de nuevas tiendas que de clausuras. En el Concello de Silleda dejaron de atender al público cinco comercios en los primeros dos meses del año, una merma que se compensa con la apertura de otros tres. En Vila de Cruces hubo siete bajas frente y cuatro nuevos establecimientos. En Rodeiro finalizaron su actividad dos, pero se activaron otros dos y en Agolada se despidieron tres, pero nacieron dos. Entretanto, tres de los 66 computados en Forcarei, empezaron a trabajar en los dos primeros meses del año, período en el que perdió cuatro. Asimismo, entre enero y febrero, no hubo altas ni bajas ni Dozón ni en Cerdedo.

Aunque no concreta datos referidos a ejercicios anteriores, la Federación de Comercio de Pontevedra concluye, en base a su informe, que "se observa con respecto a otros años que el cierre de comercios ha disminuido considerablemente". La federación de tenderos a nivel gallego, dice también detectar un cambio de tendencia. En este sentido, apunta que en 2013 dejaron su actividad en la comunidad autónoma un total de 1.200 establecimientos, la mitad que el ejercicio anterior, en el que contabilizaron 2.550 ceses.