As escolas da emigración es un proyecto del Arquivo da Emigración Galega del Consello da Cultura Galega y de la Secretaría Xeral de Emigración de la Xunta, desarrollado para recuperar el amplísimo legado educativo de la emigración y ponerlo en valor. El trabajo tiene página web propia en la que se recoge que seis de las escuelas financiadas con aportaciones de lalinenses en América se levantaron en la década de 1920, excepto la de Galegos (1930). La más antigua es la Escuela Ramón González Vigide, en Gresande, cuyo proceso edificatorio se remonta a 1922.

En el proyecto se enmarca la exposición Luces de alén mar, coincidiendo con el centenario fundacional de las sociedades gallegas de instrucción radicadas en América, que pudo verse en Lalín desde mediados de marzo hasta esta semana y que recibió 700 visitas, la mayoría de escolares. Planos del proyecto del Hospitalillo, fotografías del Hijos del Partido de Lalín en La Habana de 1910 o un mapamundi del vuelo de Palos a Mar del Plata obra de Rosa Vázquez -alumna de una escuela de indianos- son algunos de los documentos relativos al municipio que forman parte de la muestra.

Alemparte. Su escuela fue inaugurada el 25 de abril de 1928. Consta de dos plantas: Una para centro de enseñanza y la superior para vivienda del maestro. En su fachada están los escasos elementos ornamentales, como un frontón realizado por el cantero local Vidal Payo Fernández (16-6-1915) o un balcón pétreo. Fue construida por iniciativa de los vecinos, que, a raíz de la dimisión de la maestra por las malas condiciones del local, en 1927 solicitaron ayuda a sus emigrantes en Cuba. El Club Lalín les envió 1.000 pesetas para comprar material e iniciar las obras. Así lo recoge El Pueblo Gallego en 1928: "El trabajo es duro. Un vecino cantero dirige la obra hasta el final y en ella ponen todos sus afanes. Falta la obra de carpintería y los carpinteros tienen que venir de afuera. Regala cada uno la madera que puede, les pagarán con las mil pesetas y les dará cada vecino, por día, de comer y albergue". Desde su estreno, en abril de 1928, tuvo una sola aula mixta. Hoy es local social.

Galegos. Abierta en 1930, funcionó como escuela y casa del maestro. Es un edificio de una planta rectangular, con una aula mixta, separada de la vivienda por un muro de piedra recebado. En los últimos años ha sido rehabilitada como centro social.

Gresande. Es hoy una vivienda particular la que funcionaba como Escuela Ramón González Vigide, centro laico de enseñanza básica, clases nocturnas de alfabetización para adultos y prácticas de agricultura. Seguía el método argentino de grados, igual que la de Prado. Fue creada en una casa particular, propiedad de Manuel Dobarro. Inaugurada a finales de 1922, es la más antigua de Lalín. Lleva el nombre de uno de los fundadores de la entidad promotora y militante del movimiento agrarista en Deza.

Hospitalillo. Localizado en la parroquia de Lalín, fue inaugurado el 1 de septiembre de 1924 a instancias de Hijos del Partido de Lalín en Buenos Aires, con apoyo de emigrantes en Uruguay, Cuba y otros países. La idea era la creación de un hospital, pero el tiempo transcurrido y las opiniones de los dezanos les llevaron a cambiar el destino. Así, en 1917, ya con las obras avanzadas, la sociedad afirmaba que "dado el interés que hay por una escuela secundaria, el hospital quedará reducido a una sala de primeros auxilios". Fue diseñado por el arquitecto ourensano Guillermo Álvarez, emigrante en Argentina y donador de las Escuelas República Argentina en Cortegada. Aunque los planos se entregaron en 1912, las obras empezaron en 1915. De grandes dimensiones, con una sola planta rectangular y construido en cantería, tenía una cornisa sobre la que descansaba un friso que remataba en pináculos. En 1924 se habilitaron varias aulas para niños y adultos. La Guerra Civil trajo su cierre y luego el establecimiento del colegio Sagrado Corazón, hasta 1952, año en que fue derribado para construir el instituto de capacitación agraria. En 1957 se convirtió en escuela de artes y oficios. Y en los 70 albergó un instituto de formación profesional.

Prado. La escuela Manuel Curros Enríquez fue inaugurada el 12 de diciembre de 1923 como centro de enseñanza primaria y de clases nocturnas para albafetización de adultos. Su nombre era un homenaje al poeta gallego que "supo cantar las rebeldías que han de hacer de Galicia un pueblo libre y progresista". Fue patrocinada por la sociedad bonaerense Unión del Partido de Lalín y se levantó en un terreno donado por la vecina Mª Ignacia, a señora da Eirexe. Edificio rectangular de dos plantas, construido en cachotería y con cubierta de teja a dos aguas. La escuela tenía varias aulas y funcionó hasta los inicios de la Guerra Civil, cuando fue clausurada. En la postguerra volvió a ser centro educativo, pero la sociedad promotora ya no tenía ningún tipo de vinculación con ella. Así funcionó hasta la década de 1970, cuando fue derribada para construir el colegio público.

Soutolongo. Los hermanos Manuel, Antonio y Benigno González Gamallo fueron los artífices de su construcción, como recuerda una placa conmemorativa de su inauguración, en 1926. El edificio es de planta única rectangular con un añadido de forma prismática. La fachada principal sobresale por su sencillez y simetría, con una puerta principal precedida de una rampa delimitada por balaustres pétreos. Tenía dos aulas, para niños y niñas, con entradas independientes por los laterales y "dotado de excelentes condiciones de confort e higiene, de material docente moderno y complejísimo", citaba la revista Céltiga. Luego el espacio de la derecha fue habilitado como vivienda del maestro. En el recinto había un alpendre con cubierta de teja a dos aguas y columnas a modo de soportal, usado por los niños en los recreos cuando llovía. Operó como centro educativo hasta 1970. A Nosa Escola es hoy centro social y colegio electoral.

Vilanova. Estrenada el 1 de diciembre de 1928, la antigua escuela fue alquilada al Concello de Lalín para que funcionase como centro educativo. Edificio de una sola planta, rectangular, con cubierta de teja a dos aguas y hecho de cachotería irregular. Contaba con dos aulas por sexos. En su fachada principal hay tres placas que aluden a sus construcción, una de ellas de agradecimiento al Club Lalín de La Habana. "Tomando como base las mil pesetas de nuestros paisanos de La Habana, llegamos a la edificación de la necesaria y deseada obra (...)", recoge una noticia de El Pueblo Gallego fechada el 28 de noviembre de 1927. Fue escuela hasta la década de los 70 del siglo pasado. Actualmente es un centro de uso vecinal.

Insua (Vila de Cruces). Aunque no es lalinense, merece una mención especial. Fue construido en 1928 por iniciativa de los vecinos de esta parroquia cruceña, que, faltos de recursos, pidieron ayuda económica a Hijos del Partido de Lalín de La Habana y obtuvieron 500 pesetas para su carpintería. En toda la comarca llegaron a existir veinte escuelas de indianos.