Las válvulas de escape de aire colocadas en los sistemas de cuadro de mandos para absorber las bolsas de agua que se acumulaban en las tuberías provocando así la subida de presión y la consiguiente rotura de las mismas, mejoraron la red de abastecimiento de agua que sirve a todo el casco urbano de A Estrada. Así lo explicó ayer el alcalde del municipio, José López Campos, tras afirmar que este nuevo sistema "dejó de producir roturas en las tuberías" y por lo tanto los vecinos no sufrieron más cortes de agua en las últimas semanas.

Los operarios municipales fueron los encargados de colocarlas a finales del pasado mes tras las continuas fugas que dejaban a los habitantes del casco urbano sin agua en sus viviendas y también a los establecimientos hosteleros. La instalación de este sistema se produjo tras la visita de varios técnicos de la empresa Aquology que realizó un informe previo sobre el exceso de presión.

Esta actuación es relativamente sencilla que exigió una obra civil de pequeño calado cifrada en 15.000 euros. Las válvulas están colocadas justo antes de las zonas con mayor presión de la red de abastecimiento.

Por otra parte, López Campos explicó que el gobierno local se encuentra valorando el coste que produciría para las arcas municipales cambiar todas las tuberías que sirven al casco urbano. Afirma que el coste es elevado pero "es algo que hay que hacer". En estos momentos, el Concello estudia dos posibilidades, colocar tuberías de fundición o de PVC.

Las tuberías actuales tienen alrededor de 40 años de vida, ya que fueron instaladas en el año 1975 por lo que piden un cambio generalizado. Entre las actuaciones proyectadas para mejorar la rentabilidad de la red municipal de abastecimiento de agua también figura la instalación de un caudalímetro en la salida de los depósitos de agua radicados en Penerada.

En las últimas fugas de agua que se produjeron en el casco urbano, fueron los operarios municipales los que se dieron cuenta de que los depósitos de abastecimiento comenzaban a descender a un ritmo anormal. En un caso así, disponer de un caudalímetro podría ser de gran utilidad para alertar nuevas fugas que podrían surgir en los próximes meses.