Los propietarios de la panadería lalinense Manolo da Morena -Manuel Lalín y su madre, María Soto- acudieron ayer a Santiago para recibir uno de los galardones de la campaña de la Xunta A semana do teu comercio que distingue a los establecimientos comerciales más veteranos. En esta categoría la organización quiso premiar a este conocido horno de la capital dezana, que cuenta con más de 170 años de historia y por el que pasaron ya cinco generaciones.

El conselleiro de Economía e Industria, Francisco Conde, presidió el acto en el que destacó el "trabajo y la dedicación" de los comercios más antiguos de Galicia como "historia viva" de las villas y ciudades. Este encuentro sirvió para poner en valor el trabajo de familias que en casos llegan ya a la novena generación al frente de sus negocios "y que se vuelcan a diario con el servicio a los clientes".

El alcalde de Lalín, José Crespo, quiso acompañar a los propietarios de la galardonada como la panadería decana de Galicia. Otros premios fueron, en establecimientos, Alimentación Alonso. Se trata de un negocio familiar fundado en 1890 frente al que está ahora la cuarta generación. En joyería recibió el premio Villar, de Cambados, que comenzó su actividad en 1880. Otros fueron la librería Cándido de Rianxo (1904), Indalecio Moda de Cangas (1860) Confitería Madarro de Lugo (1891) y la tienda de productos agrícolas de O Barco de Valdeorras Ricardo Terán (1881).

En negocio comenzó en 1840 por el matrimonio compuesto por Benita González y José Trabazo con la apertura de la panadería y desde hace unos años, con el fallecimiento de Manuel Lalín, el horno está dirigido por su hijo y la viuda del empresario.