Medio centenar de vehículos clásicos circuló ayer por territorio dezano para participar en la tercera edición de la Ruta Clásicos do Cocido, que reunió a cerca de cien comensales para degustar el plato típico de Lalín. Por varios viales secundarios en el camino desde la capital dezana hasta el Concello de Beade circularon joyas del motor como un Pontiac Trans Am de los años setenta; un Bentley de los cincuenta; un Cadillac Seville; un Fort T de la década de los cuarenta; o un Ford Prefect de los cincuenta propiedad de un lalinense. Especialmente significativa fue también la presencia de un importante número de modelos Mercedes.

Los pilotos y sus acompañantes, socios de la Escudería Clásicos O Toxo, -organizadora de la ruta- y otros foráneos procedentes de distintas localidades gallegas partieron de la Praza da Igrexa de Lalín hacia las bodegas Terra do Castelo, en el citado municipio ourensano, y regresaron para comer en el Mesón O Cruce de Vilatuxe.