La directora del colegio declinó ayer realizar ningún tipo de valoración al respecto, limitándose a apuntar que ya dio las oportunas explicaciones a los padres y que el castigo está contemplado en el reglamento interno del centro, que ella se limitó a aplicar. Señaló que, a su juicio, el asunto no tiene trascendencia pública sino que se trata de una cuestión interna de la comunidad educativa, seno en el que debe ser resuelta.

La modificación de la norma de funcionamiento del comedor tendrá que ser tratada en el claustro de profesores y en el consejo escolar.