Hace hoy 15 años la corporación lalinense aprobaba el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM), un documento que ha permitido el desarrollo ordenado del territorio de la capital dezana. Los florecientes años de la construcción coincidieron con este hecho "histórico" para el gobierno local, que editará un libro para mostrar lo que supuso activar un nuevo planeamiento que sustituía el vetusto modelo de 1975.

El alcalde de Lalín, José Crespo, -que anteayer cumplía 24 años al frente del gobierno- calificó como su "mayor logro político" la aprobación del plan. Y fundamentó este éxito en varios pilares: la mentalidad de los ciudadanos, la planificación hecha de una forma racional y servicios e infraestructuras obtenidas. Antes de la aprobación definitiva del Plan Xeral pasaron siete años de larga tramitación y adaptación del trabajo elaborado por el urbanista Javier Bugallo a los nuevos requisitos de la Xunta. También se resolvieron centenares de alegaciones particulares y ninguna remató en un pleito contra el Concello, "lo que muestra el trabajo, dedicación y transparencia con la que actuamos", dijo Crespo. El munícipe felicitó al edil de Urbanismo, Román Rodríguez, por llevar la batuta del planeamiento desde que llegó a la corporación, Precisamente fue el también portavoz del grupo de gobierno el encargado de realizar un amplio repaso de lo que supuso esta herramienta para la administración local.

En estos quince años, en los que sobre todo la trama urbana cambió sustancialmente su aspecto, se desarrollaron 7 planes parciales, un plan especial, 3 de sectorización y se remataron -propuestas hay unas 40- 18 áreas de reparto. La urbanización de O Regueiriño, de iniciativa pública, fue en parte la referencia para que propietarios de parcelas se asociasen para desarrollar áreas urbanizables en tiempos en los que el precio del suelo alcanzó cotas impensables. La gestión urbanística favoreció el desarrollo de la trama urbana y se actuó en un ámbito de 786.239 m2. Se consiguieron 140.748 metros de espacios libres y equipamientos, 319.621 para viarios y sistemas generales y 311.607 de solares para la construcción de edificios. En aprovechamiento se desglosa en 460.209 m2 de suelo edificable, 46.047 metros de cesiones obtenidas por la administración local y se posibilitó la construcción de 2.598 nuevas viviendas. El desarrollo de urbanizaciones posibilitó asimismo la apertura de 70 nuevas rúas y la firma de 75 convenios. Los años 2003 y 2004 fueron los más prolíficos, con 25 y 18 respectivamente, mientras que el último aprobado fue en 2011.

El Concello aprobó 200 licencias de obra para nuevos edificios y 313 para viviendas unifamilares. El desglose de bloques y pisos es el siguiente: En 1999 se levantaron 22 edificios y 219 viviendas, en 2000 (26 y 196), en 2001 (17 y 152), en 2002 (13 y 170), en 2003 (16 y 219), en 2004 (16 y 245) en 2005 (22 y 523), en 2006 (35 y 754) -el mejor dato-, en 2007 (16 y 325), en 2008 (7 y 105), en 2009 (3 y 37), en 2010 (6 y 171), ninguna en 2011 y 2012 y el año pasado se construyó un edificio de cinco hogares. En la distribución de las nuevas viviendas unifamiliares hay una menor oscilación y el curso pasado fue el peor, con 3 licencias, mientras que el más prolífico fue 2006, con 42. Del total de las 313 casas en el rural, 83 corresponden a la parroquia de la capital municipal. Goiás (22), Donramiro (21) y Botos (18) fueron las aldeas con más actividad.

Los representantes municipales hicieron hincapié en que un Plan Xeral no es de por sí una herramienta que genere desarrollo si no se articulan las medidas adecuadas. Cierto es que Lalín se vio favorecido por los años del bum de la construcción y la monetarización del patrimonio municipal de suelo conseguido por el Concello le generó 5.095.813 millones de euros y 13 solares propiedad del ayuntamiento. Parte de estos fondos se destinaron a la construcción del nuevo consistorio, el soterramiento de una línea de alta tensión en Feás, varias depuradoras o a expropiación de terrenos.

La protección al medio natural se planteó con la ordenación de 324 núcleos rurales o la preservación de 336 construcciones; 69 de arquitectura religiosa, 92 civil, 10 conjuntos rurales y 91 elementos arqueológicos. Y 19 espacios naturales protegidos.