A mediados del siglo X, en el lugar donde luego se construyó el monasterio, no había más que una villa con algunas dependencias, donde vivían los siervos que los condes, los padres de Adosinda, tenían para cuidar estas tierras. Estaba al frente de estos siervos o colonos LALINO, de quien tomó nombre el lugar, cosa frecuente en aquellos tiempos. Otro dato a tener en cuenta es que los monasterios, en aquellos tiempos, solo se construían en tierras incultas, agrestes, alejadas de toda comunicación y sin núcleos de población. Lalín era uno de esos territorios, fecundo, situado entre el rio Dezon y el arroyo Bervia, pero despoblado y del cual no se halla otra mención anterior. Lalin, pues, data del último cuarto del siglo X y debe su origen al monasterio.

El obispo de Mondoñedo, Arias Peláez, imitando a su pariente San Rosendo en Celanova, intento hacer un lugar de retiro para su jubilación y vejez. Los indicios documentales dejan entrever que fue el primero que edifico en el lugar en que surgió el monasterio, quizás para el culto de los colonos. Sin embargo, la construcción del monasterio, de su magnífica iglesia y la dotación del mismo, la hizo Adosinda, como ella misma dice en la escritura de dotación, en el año 1019. El obispo Arias Peláez era cuñado de Adosinda por el casamiento de ella con Gonzalo Peláez y primo hermano de su padre; por lo tanto, la interpretación que Cañizares hace del "patrio egregio" como tío paterno es un error. Debe entenderse que fue como un verdadero padre para ella. Cuando ella hizo la dotación, ya el obispo Arias había muerto.

Fue un monasterio de mucha categoría. Si tenemos en cuenta que tenía diez monjes presbíteros, cuatro diáconos, numerosos monjes legos, cuantiosas donaciones de tierras, cuarenta siervos, quince yeguas, cincuenta reses de ganado vacuno y trescientas ovejas, esto prueba que era un monasterio de gran importancia y a esto hay que añadir las dependencias necesarias para vivienda de las familias de los siervos. En torno al monasterio existiría una populosa villa, un verdadero pueblo, más numeroso tal vez que el actual Lalín de Arriba, que sucedió a dicha agrupación monástica. La dotación del monasterio fue hecha por Adosinda, viuda hacia cincuenta y dos años, con la quinta parte de la partijas entre los hermanos, llamados Munio, Ordoño, Gudesteo, Ero y la dicha Adosinda.

Hay que señalar que uno de los fines de la dotación era que sirviese para alimento y atención a los pobres y peregrinos y no solamente servir de retiro a los que buscaban la perfección y tranquilidad de su espíritu lejos de los halagos y ruidos mundanos. Este dato, que casi pasa desapercibido, nos hace pensar que Lalín era camino de peregrinación a Santiago, aun que no fuese el llamado "camino francés" ya que en aquella época era muy considerable la afluencia de romeros que de todas partes acudían a visitar el sepulcro de Santo Apóstol. El monasterio estaba bajo la observancia de la regla de San Benito y así lo confirma el que un ejemplar de la misma figure entre los libros donados al monasterio. Era de hermanos y hermanas, es decir dúplice, si bien con dos casas, una para hombres y otra para mujeres, separadas por la antigua iglesia, bajo la autoridad y régimen de un Abad y una Abadesa.

Desapareció muy pronto, se desconocen los motivos. En el año 1239, aun existía, según documento de permuta de bienes que hizo la abadesa del Monasterio de San Martiño de Lalín con el abad del Monasterio de Acibeiro de unas herencias en San Miguel de Goiás, ademas de la casa y el derecho de caritel, que tenía en la misma parroquia.

En el siglo XV, el monasterio había desaparecido y las tierras del coto del monasterio estaban en manos de los monjes de Osera. En la actualidad no queda nada de la antigua fábrica monacal. La iglesia actual no es la antigua del monasterio, sino la que se construyó en el mismo solar, aprovechando algunos de los materiales de la antigua, que es una iglesia románica de las que se levantaron en toda Galicia en pleno impulso románico.

El viejo Lalín

Según información obtenida del libro "Las rutas del románico en la provincia de Pontevedra", la actual iglesia es románica, de planta rectangular con una nave y un ábside, modificado al añadirle en el lado norte la sacristía.En la nave, interiormente tiene ventanas abocinadas y al exterior rasgadas en forma de saetera, dos en cada lado, estando tapiadas las del muro sur. Tiene dos puertas laterales, la del lado sur esta modificada y la norte conserva la traza primitiva, es de forma rectangular con mochetas rudimentarias esculpidas sobre las que descansa un tímpano semicircular completamente liso. La cubierta interior es de madera. En el ábside tiene un arco triunfal de medio punto ligeramente peraltado sobre columnas adosadas de fuste grueso y basas con garras. En la cabecera un retablo que oculta la ventana románica del ábside.

Exteriormente el ábside es rectangular y tiene una ventana de arcos semicirculares sobre columnas acodilladas, debajo de la cual se ve una inscripción con caracteres góticos burdamente gravados: ERA DE 1485. HACIA 980 FUNDÓ EL MONASTERIO DE SAN MARTÍN DE LALÍN, EL OBISPO DON ARIAS PELAEZ, SEGÚN EL TESTAMENTO DE SU SOBRINA DOÑA ADOSINDA, FECHADO EN 1019, (trascrita por Ramón Aller). En el tejaroz de la nave una interesante colección de canecillos y en las piedras de los muros bastantes signos lapidarios de la época de la construcción de la Iglesia.

La portada principal es abocinada y es interesante por su primitivismo y su austeridad ornamental, tiene archivoltas tóricas semicirculares y una archivolta exterior ajedrezada sobre dos pares de columnas acodilladas en las jambas. El tímpano es liso sobre mochetas con figuras de animales esculpidas. Sobre la portada y en el centro de la fachada una pequeña abertura de una ventana. En el piñón, el campanario románico formado por un arco de medio punto sobre pilastras debajo de un tímpano triangular coronado por la figura esculpida del Agnus Dei. Es una iglesia más, de los abundantes templos románicos de la comarca de Deza.