Ventura Cañizares del Rey nació el 27 de noviembre de 1872, en la parroquia de Santa Cruz de Escalante, diócesis de Santander. Casi niño vino a vivir con unos parientes a Lugo y aparece matriculado en el Seminario Conciliar, donde cursó desde 1884 a 1896 dos cursos de Latín y Humanidades, tres de Filosofía y siete de Sagrada Teología, siendo un alumno destacado, habiendo obtenido en todas las asignaturas calificación de Merissimus (Sobresaliente).

En el curso 1892/93 obtuvo por oposición una plaza de teólogo clásico en la Academia de Sagrada Teología, desempeñando el cargo de Secretario de la misma hasta 1896. Fue ordenado de presbítero en las témporas de Adviento de 1895, el 21 de diciembre. En enero de 1896 celebró su primera misa en la parroquia de Lajosa, cerca de Lugo, le apadrinó José de los Ríos, arcipreste de la Catedral de Lugo. Fue nombrado para el curato de entrada de San Pedro del Castillo (Santander), al que renunció. Desde 1897 hasta 1905 fue catedrático de Latín, Física y Química, Historia Natural y Astronomía en el Seminario de Lugo.

En septiembre de 1898 obtuvo en el Seminario Central de Santiago la licenciatura en Sagrada Teología, cuyos ejercicios le fueron aprobados Nomine discrepante. En octubre de 1904 tomó parte en el concurso general a curatos celebrado en la diócesis, siéndole aprobados sus ejercicios literarios con la nota más alta. En agosto de 1905 fue nombrado párroco del curato de término de Santa María de los Dolores de Lalín y unidas Donramiro y Donsión, cargo que desempeñó a satisfacción de sus superiores. En 1907, tenía como coadjutor a Valentín Varela González, de Silleda, y como presbíteros residentes a Evaristo Palmaz Crespo, Ramón María Aller Ulloa y Secundino Gutiérrez Maceira. En 1912, tenía como coadjutor a Benito González Rodríguez (más conocido como Don Benito da Penela).

En septiembre de 1907 volvió a opositar a una canonjía vacante en esta Santa Iglesia Catedral Basílica obteniendo el segundo lugar de la terna y un voto para el primero. En 1911 reaparece el periódico editado en Lalín La Defensa y el Sr. Cañizares se encarga de su dirección. En política seguidor del partido de Maura y formaba parte del centro maurista de Lalín. Tenía licencias para leer y retener libros prohibidos en las condiciones en que solía concederse a los sacerdotes y también tenía licencias para celebrar, confesar y predicar sin limitación de tiempo en las diócesis de Lugo, Mondoñedo y Osma y Santiago.

El 6 de julio de 1914 abandona la parroquia de Lalín, al ser nombrado por el rey Alfonso XIII canónigo archivero de la Catedral de Lugo, ya que ocupaba el primer lugar de la terna en las oposiciones a esta prebenda. El 1 de agosto de 1914 tomó posesión de la canonjía en la Catedral, constituyendo el acto una verdadera manifestación de afecto y sincera simpatía, no se recordaba desde hacía tiempo una concurrencia tan numerosa en la catedral en actos análogos; para buscar un precedente habría que remontarse a la toma de posesión del canónigo magistral López Peláez, luego arzobispo de Tarragona. Terminado el acto, la mayor parte de los asistentes se dirigieron al Asilo de Ancianos Desamparados, donde se hospedaba provisionalmente Cañizares, recibiendo el homenaje y felicitaciones de todos. El nuevo canónigo obsequió a los visitantes con un espléndido lunch. Se unieron a este acto unas cuarenta personas llegadas de Lalín en un ómnibus, entre los que figuraban representantes de diversas clases sociales, que fueron a Lugo a despedirse de su querido párroco. Este les obsequió con una comida en el Hotel Comercio, asistiendo también otros íntimos amigos. Por la tarde, los feligreses regresaron a Lalín.

Es así como llega a la Catedral, donde pasará seis años y donde, sin duda, desarrolló su labor investigadora más importante. No solo dedicó su tiempo a su oficio de canónigo, sino que también dedicó horas y horas a la investigación y transcripción de la documentación medieval del archivo catedralicio. El obispo Manuel Basulto y Jiménez le nombra profesor del Seminario de las asignaturas de Historia Eclesiástica, Patrística y Sagrada Escritura. Según decreto del Ministerio de Gracia y Justicia de 21 de abril de 1920 es nombrado canónigo capitular de la Catedral de Santiago, tomando posesión el 1 de mayo del mismo año, siendo apadrinado por el muy ilustre Justo Rivas. Los íntimos del inolvidable párroco le obsequiaron con un banquete en Lalín y para probarle su afecto y estimación, una nutrida comisión de la villa fue a buscarle a Santiago; el banquete fue un acto en el que reinó gran cordialidad. También la colonia de Lugo residente en Santiago le obsequió con un banquete en el Hotel Lucense.

Fue profesor de la Universidad Pontificia de Santiago, en el curso 1928/29. Como investigador medievalista, dejó al cabildo lucense la Colección Diplomática, manuscrita en 1314 cuartillas, encuadernada en cuatro volúmenes con la transcripción de 593 documentos", que su sucesor ordenó con un imperfecto criterio cronológico. Es una obra fundamental para la reconstrucción de la historia de Lugo y de Galicia. Ha sido reeditado en 2012, por Manuel Rodríguez Sánchez y Óscar González Murado y publicada por la editorial de la Diócesis de Lugo.

Escribió dos brillantes trabajos de investigación, fundamentales para conocer la historia de Lalín y su comarca: Onomástica de lugares de Deza mencionados antes del siglo XV proporciona información para un mejor conocimiento del territorio en la Edad Media, recoge los nombres de los lugares, la fecha en que son citados por primera vez, la fuente de donde procede la noticia y la correspondencia de dichos nombres con los actuales; El Monasterio de San Martín de Lalín, interesante monografía, por referirse a un monasterio desconocido y por transcribir, íntegra y comentada, entre otros documentos medievales, la donación que hizo a favor del monasterio la condesa Adosinda, diploma de gran trascendencia para conocer los orígenes de Lalín.

También escribió Los grandes pleitos de la Iglesia de Lugo; La antigüedad de la iglesia de Lugo; Concilios lucenses; o Nomenclátor de parroquias, lugares, villas y aldeas que se leen en los documentos medievales de Lugo, muy útil para filólogos, historiadores y estudiosos en general para el esclarecimiento de muchos topónimos de la diócesis. También colaboró en el Boletín de la Comisión Provincial de Monumentos de Lugo. A su muerte, su biblioteca pasó a la del Seminario de Lugo.

En su casa de Santiago vivió con su gran amigo el sabio astrónomo lalinense Ramón María Aller Ulloa, cuidados por su sobrina Concha, donde falleció el 26 de abril de 1940. Sus restos están enterrados en el claustro de la Catedral de Santiago, sobre su sepultura hay una lápida de bronce sencilla, ejecutada por Andrés R. Calvo, párroco de Santa María de Muja.