Nació en la parroquia de Órrea en 1939, y cuando tenía 53 años asumió las feligresías de las vecinas Val, Agra y Sexo. Con el paso de los años y por la defunción de sus compañeros, Ángel Iglesias también se ha ido encargando de A Baíña (desde 1992), Brocos; Sesto (en ambas desde 2007), Artoño, Berredo y Bais.

-¿Cómo consigue organizarse para poder oficiar en casi una decena de parroquias?

-Los sábados digo misa, de forma alterna, en Brocos y Sesto, y los domingos también alterno en Sexo y Agra. Así, los domingos la eucaristía se celebra por la mañana en Sexo o Agra, además de A Baíña y Val, mientras que por la tarde es en Bais y en Artoño o Berredo, en Artoño el primer domingo de mes y en Berredo el segundo. El resto del mes, la misa es en la capilla de San Ramón, a medio camino entre estas dos parroquias. Además, entre las misas matutinas doy catequesis.

-Ya es complicado entender el horario de misas, así que a la hora de celebrar novenas u oficios especiales, usted tiene que hacer encaje de bolillos.

-Bueno, cuento con personas que saben hacer las lecturas dominicales y que echan una mano en determinadas lecturas como las de Viernes Santo. Pero el problema es que a los oficios solo acude gente mayor, porque la gente joven, además de quedar muy poquita en las aldeas, no suele acudir a misa. Basta con pensar que, en las nueve parroquias que administro, viven tan sólo 410 personas.

-¿El único camino será el cierre de las parroquias más pequeñas?

-Con el tiempo no quedará otro remedio. En todo el Concello de Agolada estamos yo y otros tres compañeros, que superan ya los 80 años. No tenemos relevos y tenemos que ayudar mientras podamos.