Es famoso muy a su pesar. No en vano se trata de uno de los jueces más populares de Galicia, donde ya se le conoce por el sobrenombre del "Garzón gallego". José Antonio Vázquez Taín estará mañana en el Museo Municipal Ramón María Aller de Lalín para presentar su novela La leyenda del santo oculto, que escribió tras resolver el caso del robo del Códice Calixtino del Museo de la Catedral de Santiago. Desde hace unas semanas ha vuelto a estar en el ojo del huracán porque la casualidad ha hecho que se le haya encargado la resolución de la muerte de la joven Asunta Basterra Porto. No quiere hablar de ello, pero si reconoce que el asunto "no va a tener ninguna novela porque me gusta escribir sobre cuestiones históricas y, también, positivas".

-¿Por qué se decidió a escribir un libro como La leyenda del santo oculto, que incluye el truculento asunto del robo del Códice Calixtino?

-La idea original era contar a los gallegos cómo se encontró la tumba del apóstol. Se trata de un mito muy atractivo para mi porque me sorprendió descubrir una Galicia medieval tan culta. Después di con una serie de indicios que demuestran que Santiago no es un mito inventado. Todo esto me cautivó de una manera sorprendente y me preguntaba cómo es que la Iglesia no lo contaba. Llevaba años dándole vueltas en una labor compleja que me llevó a Toledo o a visitar las tumbas de los primeros cristianos, y cuando surge la desaparición del códice fue como una señal para mi porque pensé que la parte policial del asunto le dio una razón de ser al libro.

-¿Habrá segunda parte de una historia tan espectacular como la del robo del códice?

-No creo porque la realidad de la catedral, afortunadamente, ha cambiado para bien desde que apareció el códice. Volveré a intentar escribir pero para publicar algo hay que estar seguro, y todo lo que hago yo, para bien o para mal, se mira siempre con lupa. Sin embargo, sí te puedo confesar que cuento con el cariño de escritores consagrados que me lo han hecho llegar por diferentes vías y eso es algo que me ayuda a seguir adelante y a pensar que no lo hago tan mal.

-Por lo visto, lo suyo es la novela histórica pero ¿no le apetece escribir sobre algo más contemporáneo puesto que está demostrado que un trabajo como el suyo le facilita mucho el poder contar historias de hoy en día?

-Me gusta que la novela enseñe y transmita optimismo porque yo soy una persona tremendamente optimista. Desgraciadamente, la mayoría de los casos que me toca juzgar carecen de esas premisas e incluso no son lección de nada. Por eso me atreví a contar la historia de mito de Santiago Apóstol porque me pareció interesante contar algo de lo que los gallegos nos tenemos que sentir muy orgullosos. En la novela se describe, como te decía, antes una Galicia muy interesante que es necesario conocer. El día a día de mi trabajo apenas tiene que ver con esa época, así que seguro que seguiré abonado a la novela histórica. La cuestión es saber elegir bien la historia que contar a los lectores.

-¿Se ha acostumbrado ya a ser el protagonista de los casos que le han tocado en suerte?

-Creo que va en el sueldo, y ya son muchos años metido en esto, por lo tanto no me pilla de nuevas. Recuerda que estuve en Vilagarcía como juez en unos momentos muy complicados que todos recordamos. Debo confesar que cuando saqué la novela tenía mucho miedo por todo esto que estamos hablando. Los primeros momentos, que son los más complicados cuando te estrenas como autor, son los peores pero ya se han superado. Además, reconforta ver cómo la gente recomienda tu trabajo después de haberlo leído. Es algo muy bonito.

-¿Le incomoda que le traten como un juez "estrella"?

-Una cosa es que hablen de ti y otra muy distinta que lo hagan de tu trabajo. De todas formas, tengo que decir que me siento identificado con los medios y, también, siempre muy bien tratado por ellos.