Un nuevo ataque del jabalí registrado en una plantación de maíz realizada por Alfonso Otero en fincas de Quintas de Cereixo ha reavivado el malestar vecinal por los daños ocasionados por la fauna salvaje. El ganadero volvía a sufrir importantes daños en una plantación concertada como campo de ensayo con una casa de maíces cuando todavía no ha cobrado los daños que el jabalí le ocasionó en sus cosechas en 2011.

Llueve sobre mojado. Otero -que también ha sufrido daños anteriores por lobo- en 2012 también sufrió pérdidas causadas por el jabalí y este año ya ha recibido visitas indeseadas similares en otras plantaciones, si bien de menor calado. Anteayer, al ir a comprobar el estado de su plantación de maíz en Cereixo se encontró con daños por toda la finca. Supone que una madre derribó el maíz para que sus crías comiesen la cosecha, ya madura. Uno de los puntos más dañados suma 25 por 15 metros de superficie. Se teme que la piara vuelva y pueda destrozar la mitad de su cosecha, de hectárea y media de superficie.

Al ver destrozado el forraje que cultiva para reducir los elevados costes de producción y aguantar el invierno, aseguraba que ya no sabe qué hacer. Proyecta echar colonia y poner luces en la finca para espantar al jabalí pero pide a la administración que controle más la fauna y contribuya a mantenerla, evitando que este coste recaiga siempre sobre los agricultores.