En menos de 10 días, el municipio de Dozón suma ya siete incendios forestales, lo que hasta la fecha le otorga el triste galardón de ser el concello dezano más afectado por el fuego durante este verano. Ayer fue una jornada especialmente dura para los vecinos y para los servicios de extinción. A las 6.37 horas, a punto de amanecer, saltaba la alerta por un incendio en Vidueiros, que quedó controlado casi dos horas más tarde A la zona se desplazaron un agente, una motobomba y dos brigadas, así como efectivos de Protección Civil de Agolada. Ardieron, según las estimaciones de Medio Rural, 0,15 hectáreas de monte raso.

Poco más de media hora después, en concreto a las 7.16, comenzaba a arder en la parroquia de Dozón, y las llamas no se dieron por extinguidas hasta cerca de las 14.00 horas. Arrasaron, al final, 0,4 hectáreas de arbolado y otras 0,3 de raso. En las labores trabajaron un agente, una brigada y dos motobombas. Este fuego fue, sin lugar a dudas, el más complicado de los tres, a pesar de que en el de Reboredo se quemó una superficie mayor, 1,8 hectáreas de monte arbolado. En esta parroquia, el fuego comenzaba a las 7.57 horas, es decir, 45 minutos después del anterior, y a él también se desplazó Protección Civil de Agolada para colaborar con un técnico, cuatro brigadas y cinco motobombas.

Dado el escaso intervalo de tiempo que media entre estos tres fuegos, poco más de 90 minutos, no cabe la menor duda de que se trata de incendios intencionados. Esta hipótesis cobra fuerza si se tiene en cuenta que en el más "madrugador" de los tres, el de Vidueiros, volvió a registrarse un nuevo foco, pero por la tarde, y que pasa por ser el mayor fuego forestal de Dozón en lo que va de verano. Se quemaron 7,5 hectáreas entre las 17.04 y las 19.04 horas, cuando se dio por controlado. Al producirse a media tarde y bajo unas temperaturas considerables, este incendio requirió un despliegue importante de medios, con dos agentes, siete brigadas -inicialmente se habían movilizado cinco-, cuatro motobombas, un helicóptero y cinco aviones. Numerosos vecinos se acercaron a una zona de seguridad para contemplar las labores de extinción de las llamas. Este concello, fronterizo con la provincia ourensana, estuvo muy pendiente durante el pasado fin de semana del fuego forestal del municipio de Vilamarín, intencionado, que asoló en torno a 250 hectáreas.

Pese al descenso de temperaturas previsto para este fin de semana -el termómetro pasa de las máximas de 27 grados para hoy a un valor de 20 para mañana- todos los municipios de Deza y Tabeirós-Terra de Montes siguen bajo un riesgo extremo de registrar nuevos incendios forestales, según indica el Ministerio de Agricultura. La falta de precipitaciones y de humedad, así como la maleza que crece en buena parte de fincas abandonadas de la comarca, son la causa de esta amenaza constante sobre la población de las dos comarcas. A decir verdad, la tremenda sequía es la culpable de que en toda la comunidad gallega solo se detecte un riesgo muy bajo de incendio forestal en la Costa da Morte.