Durante las últimas semanas, cada día que amanece guarda una incógnita para ganaderos de diferentes puntos del término municipal de A Estrada. Estos profesionales del campo están acudiendo a sus fincas con el temor de que la huella del jabalí se vaya haciendo más grande en ellas. A la acción de este animal salvaje atribuyen la estampa de maizales arrasados que se han encontrado en los últimos días en parroquias como Tabeirós, Lamas o Loimil, por ejemplo. La indignación se acrecienta cuando estos destrozos llegan en una época clave para la campaña de ensilado.

"Da pena verlo", dice ante la imagen de una de sus fincas de maíz Maximino Dono. Relata que hace aproximadamente una semana que el jabalí irrumpe en esta plantación, emplazada en el lugar de Sar (Tabeirós). Calcula que destrozó ya unos 2.000 metros cuadrados de cultivo, que utiliza para la alimentación del ganado. Calculó que a estas alturas los daños se pueden traducir en términos económicos en una pérdida que sobrepasa los 1.000 euros. "Si se quedase así ya firmábamos", dice este vecino, que se teme que el jabalí continuará acudiendo a su propiedad para comer maíz y destrozar lo que encuentre a su paso.

No es, ni mucho menos, la primera vez que este ganadero sufre los efectos de esta fauna en sus plantaciones. Explica que hace dos años denunció la situación y se está planteando volver a hacerlo en esta ocasión, aunque teme que sus pérdidas no vayan a ser compensadas. Sus palabras destilan rabia ante el hallazgo de su esfuerzo por el suelo, una frustración que se acrecienta con su creencia de que en muchas ocasiones estas situaciones se quedan sin que se asuman responsabilidades. "Esto es un desastre", dice.

No muy lejos, Maximino Dono muestra otra finca en el lugar de Outeiro, en la misma parroquia de Tabeirós, en la que el paso del jabalí se saldó con alrededor de otros 1.000 metros de cultivo de maíz destrozados.

En la parroquia de Loimil, Manuel Espiño se enfrenta a una imagen similar. En la noche del martes el jabalí se adentró en una de sus fincas en el lugar de Riomao, dejando una profunda huella de su acción en medio de la plantación. Este estradense no pudo precisar con exactitud cuántos metros pudieron verse afectados por el paso de este animal salvaje, si bien se mostró convencido de que se trata de un ejemplar hembra con sus crías. Además de comer de las espigas hasta que tuvieron suficiente, estos animales dejaron aplastadas todas las plantas próximas a su radio de acción.

Este propietario puso ayer lo sucedido en conocimiento de las instituciones pertinentes, si bien no se mostró muy esperanzado en obtener resultados.

Batidas

Desde el sindicato Unións Agrarias (UU AA) se reconoció en la pasada jornada que diversos profesionales del sector primario están haciendo llegar a esta organización sus quejas ante los daños que el jabalí está causando en las cosechas de distintos puntos de A Estrada. Ante esta petición, el responsable local de Unións, Miguel Soto, trasladó que la postura de este sindicato agrario es urgir que se agilicen las batidas, "que no esperen a que se acaba de ensilar".

"Que se hagan ahora", insistió Soto, incidiendo en su convicción de que a partir de este momento, con el maíz crecido, los daños en estas plantaciones estradenses no harán---- otra cosa que aumentar. Recalcó que, además, los destrozos que se registren a estas alturas de la campaña son ya "irreversibles", haciendo que los ganaderos afectados puedan ver peligrar los silos con los que dan de comer a los animales de sus explotaciones. Otra cuestión sería que estas irrupciones fuesen anteriores y que el jabalí se hubiese dedicado a comer el grano que, aunque con pérdidas, podría volver a sembrarse. "Que autoricen a los tecores y si puede ser este fin de semana, que no sea más tarde", subrayó el representante estradense de Unións Agrarias.