La galería Dispara de A Estrada ha superado su primer año de vida repleto de ilusión y nuevos proyectos. Su artífice, el fotógrafo Tono Arias, cambió el fotoperiodismo por la fotografía artística y la capital compostelana por A Estrada. En esta localidad ha establecido un punto de encuentro tanto para entusiastas del arte como para todos aquellos que se acerquen por vez primera a este mundo. Su proyecto, que incluye una sala de exposiciones, un estudio de fotografía y una librería online especializada, camina hacia el futuro con la convicción de que puede ayudar a que los estradenses sean capaces no solo de ver, sino también de mirar.

-Comenzó su carrera en el mundo del fotoperiodismo, ¿qué le llevó a cambiarlo por la fotografía artística?

-La razón fue que, tras muchos años dedicándome enteramente a este campo, llegó un momento en el que ese trabajo ya no me aportaba nada. El mundo del fotoperiodismo requiere de mucho esfuerzo, vives trabajando con presión y a contrarreloj. Las empresas periodísticas quieren las fotos con una inmediatez pasmosa y, simplemente, quise explorar nuevas vías.

-¿Cómo ve el panorama del fotoperiodismo ahora? ¿Los teléfonos móviles están deteriorando su esencia?

-Los teléfonos móviles son precisamente los motores que han llevado a que las empresas informativas exijan cada vez una mayor rapidez. Está claro que su uso tiene ventajas y esa rapidez con la que cuentas usándolos es una ventaja, pero es un arma de doble filo: pierdes calidad inevitablemente. Tampoco parece importarle a los grandes medios, que buscan abaratar costes y por eso Internet y los móviles son difíciles adversarios. Por otro lado, existe el problema añadido de la falta de la cultura de la mirada en España.

-¿Cualquier persona puede ser fotógrafa?

-Cualquier persona puede sacar fotos, pero eso no lo hace fotógrafa. Como acabo de decir, en España no hay cultura de la mirada. La gente sabe diferenciar un Audi de un Opel pero no sabe distinguir entre hacer fotos y hacer fotografía. Para ello se requiere estudios y mucha experiencia sobre todo.

-¿Por qué una galería de arte en A Estrada? ¿Cree que hay espacio aquí para este proyecto?

-Sí, puede haberlo. Es algo novedoso, y hay que tener en cuenta principalmente que el arte debe verse como algo a largo plazo, que es algo que a los españoles nos cuesta asimilar. Hoy en día hay muchos ejemplos de iniciativas exitosas que se llevan a cabo en lugares pequeños, como el Festival de Cans o el de Ortigueira. En las grandes ciudades hay infinidad de salas y galerías y es muy difícil destacar. Organizar una exposición en A Estrada conlleva la misma carga de trabajo que en Madrid, pero es más fácil hacerte ver y destacar.

-¿Considera que los estradenses están interesados por la cultura?

-No hay un interés generalizado por la cultura ni en A Estrada, ni en Galicia ni en España. Somos, de hecho, un país que detesta la cultura. Los ciudadanos no asimilamos que la gente pueda vivir de lo que le gusta. Desde el sector de las galerías de arte intentamos hacer esfuerzos titánicos para acercar el arte a la gente, pero necesitamos apoyo por parte de las administraciones e instituciones.

-¿Qué ha ocurrido para llegar a esta situación?

-En primer lugar, en España jamás se ha llegado a comprender que la educación y la cultura son industria y que pueden generar mucho dinero. Se ha optado por la cultura del ladrillo y eso genera beneficios a corto plazo, pero ahora estamos viendo cuales son las consecuencias. Es muy importante también trabajar desde la base y debe entenderse de una vez que la cultura y la educación nos hacen mejores personas.

-De hecho, muchas galerías dedican un espacio a la didáctica. ¿Ha pensado en realizar actividades para acercar el arte a los jóvenes estradenses?

-Sí, tengo varios proyectos planteados. Al haber empezado hace un año no he tenido tiempo para mucho, pero invité a varios colegios a venir a la sala y algunos acudieron. Para el próximo curso intentaré poner en marcha en colaboración con el IES Manuel García Barros un taller fotográfico los fines de semana. Además, contemplo la posibilidad de realizar talleres didácticos para los colegios.

-También ofrece un servicio de librería online. ¿Qué acogida está teniendo?

-Sí, el servicio de librería online de Dispara ofrece un amplio catálogo de libros especializados en arte y, sobre todo, en fotografía. Además, el listado de libros incluye algunos volúmenes que son muy difíciles de encontrar e incluso algunos firmados por sus autores y numerados. Esos ejemplares son muy codiciados por los entusiastas del arte. Al principio, al mes podía registrarse una o dos compras, ahora esa cifra se logra semanalmente e incluso se supera. Un dato a destacar es que muchos compradores son internacionales, de países como Italia.