El propietario de la casa de labranza situada al lado de la iglesia de Guillar, en Rodeiro, puede presumir de conservar auténticas reliquias del siglo pasado. Jesús Eulogio Diéguez, de 70 años de edad, ha decidido restaurar y poner en venta desde carros, pasando por luces de carburo hasta antiguos sellos de estampación de los años 60. Emigrado durante 36 años en Venezuela, donde formó una familia, regresó a Galicia hace ocho para quedarse definitivamente. Desde entonces, vive solo en su casa natal, la cual ha decidido poner en buen estado, tras el deterioro sufrido por el paso de tanto tiempo.

Una casa que él mismo califica de "pequeño museo", gracias a las antigüedades que ha ido encontrando por diferentes rincones desde su vuelta. En la era se resguardan tres carros tirados por bueyes, uno de ellos de más de 75 años, así como varios arados. O en el alpendre, la rueda de madera de la primera carretilla que hubo en la casa. Pero Eulogio no solo conserva aperos de labranza. En un patio interior, ha juntado una balanza romana, una cafetera de la época traída desde Cuba, candiles de gas, luces de carburo, un prendedor de mecha o la primera pluma y tintero que él utilizó, entre otros objetos. Pero lo que más llama la atención son un par de lentes por las que le han llegado a ofrecer más de 200 euros.

Asimismo, gracias a que su padre, Danilo Diéguez, trabajaba como zapatero conserva un buen número de aparejos propios de dicho oficio. También, de su madre, Veneranda Fernández, que era tecedora, ha heredado varias puntillas y colchas de trapo hechas a mano. Sin embargo, desgraciadamente, desconoce el paradero del telar que utilizaba.

Sus hijas, que residen en Venezuela, apenas muestran interés. "Ellas no le dan valor porque no lo han vivido", comenta apesadumbrado. Por eso, ha decidido poner algunas de estos objetos en venta, "antes de que sigan pudriéndose". Desde entonces, durante esta última semana han sido varias las personas que se han acercado ya no solo de la comarca, sino también de otros puntos de la comunidad, como Ferrol o Fonsagrada. Tanto es así que incluso el alcalde de Vigo, Abel Caballero, se ha interesado por alguna de estas antigüedades. Sin embargo, apenas ha conseguido vender nada de momento. "La gente no le da valor ninguno a estas cosas. Hay quien ha llegado ofreciendo 100 euros por un carro. Antes lo pico para leña", asegura. Por eso ha pensado también en la opción de donar varias de las piezas al museo 'Manuel Lamazares' de Rodeiro.

Aun así, no todo está a la venta. Hay ciertas cosas que para Eulogio guardan un valor sentimenal importante y que ha decidido conservar para él. Por ejemplo, uno de los carros que él mismo usó para labrar las tierras, afirmando que "no lo doy aunque me paguen lo que sea por él". Así como dos de las colchas hechas por su madre.