La concesionaria de la autopista Santiago-Dozón despedirá a un tercio de su plantilla, lo que supone que los peajes de Ribadulla, A Bandeira y Silleda queden sin personal a partir del mes de julio. En plena negociación colectiva con el personal, la sociedad Globalvía-Acega comunicó a los representantes del plantel que aplicará un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de extinción que afectará a una quincena de los 45 operarios.

La empresa gestora de la AP-53 desde su puesta en marcha, a finales de 2003, aduce que la rentabilidad de la autopista no es la esperada y decide tomar una decisión que no solo repercute en la supresión de puestos de trabajo, sino que merma considerablemente el servicio que presta a los usuarios. Como había adelantado FARO en enero, Acega planeaba eliminar gran parte del cobro manual en las cabinas de peaje. Los recortes en las prestaciones a los clientes, en una de las vías de alta capacidad más caras de España, comenzaron con la colocación de máquinas de pago en la salida próxima al recinto ferial de la Semana Verde, en Silleda, empleado por gran parte de los lalinenses. El peaje específico de la capital dezana está pocos metros después, también en la parroquia de Ponte, pero dejar la autopista en Silleda supone un ahorro de 2,40 euros por los 14 kilómetros que separan Silleda de Lalín.

Las centrales sindicales UGT, CIG y SITA denuncian que la concesionaria se ampara en "causas técnicas organizativas" cuando en realidad "es bien distinta". Estima que Acega, tras subir los precios por encima del IPC e invertir en las máquinas automáticas, pretende escudarse en estos asuntos para despedir a un tercio del personal. Los representantes del plantel recuerdan que la AP-53 es la única autopista de Galicia que no bonifica los desplazamientos de ida y vuelta en el mismo día, "algo muy demandado por los usuarios".

Los sindicatos lamentan que la concesionaria despida a los trabajadores de menor poder adquisitivo "cuando los miembros de dirección de la empresa perciben retribuciones muy superiores a las que marca el convenio colectivo". El paso de iniciar el expediente de regulación de empleo se tomó, precisamente, durante la negociación del convenio colectivo con el cuadro de personal, algo que los afectados consideran "inadmisible". Cabe apuntar que el convenio tenía una antigüedad de 12 años "y costó mucho sentar a la parte patronal, porque todo eran excusas para dilatar el proceso y no entrar a negociar".

Una parte de los empleados fueron contratados por Acega hace una década con contratos temporales de entre 3 y 5 meses, luego indefinidos. El plantel sospecha que los ceses se aplicarán en aquellos casos que supongan una menor carga económica para la compañía y no en función de la optimización de recursos. La supresión del cobro manual ya había despertado quejas de usuarios por habilitar las máquinas sin previo aviso. Además en casos estos dispositivos se quedan sin cambio y, al carecer de personal, los clientes deben volver otro día a la central de Acega en Santa Cruz de Ribadulla para presentar sus reclamaciones.

Vialidad

Los recortes de personal tienen otras consecuencias en una autopista cuestionada por sus medidas de seguridad, sobre todo, por la entrada de fauna salvaje. En casos de accidentes es el personal -servicio de vialidad- el que interviene o contacta con Tráfico. Al dejar estas cabinas sin trabajadores, los sindicatos creen que también mermarán la seguridad en la vía. A falta de aclarar lo que establece el pliego de concesión, todo apunta que Acega puede prescindir del personal e instalar las cabinas de pago automáticas.