La reparación de los desperfectos en el colegio público Manuel Rivero de Lalín se demorarán más de lo previsto. La Consellería de Educación admite que la unidad técnica encargada de la elaboración del informe todavía lo trasladó, por tanto la consellería no puede avanzar en este proyecto. El órgano en el que recae esta responsabilidad está formado por arquitectos y técnicos de la jefatura territorial, que aún no valoró los daños denunciados por el centro y el Anpa a través de su responsable, Alberto Payo, en el mes de enero.

Educación había comprometido que los trabajos se acometerían aprovechando el parón de las clases por vacaciones; es decir, en verano, pero a un mes del término del curso Educación no puede dar plazos concretos para la ejecución de las obras. El jefe territorial de la consellería, César Pérez Ares, se pronunció sobre las denuncias de los padres el 30 de enero aseverando que el departamento autonómico reclamaría a la empresa constructora del Manuel Rivero la reparación de las humedades y la reposición de elementos constructivos desprendidos, sobre todo, en los espacios en ocupados por los niños de menor edad.

Entonces el alcalde, José Crespo, explicó que este tipo de obras tiene un plazo de garantía de 10 años y que el centro tiene uno menos, por lo que la empresa está obligada a corregir unos desperfectos que la comunidad educativa calificó de importantes para un inmueble puesto en marcha recientemente. Cabe apuntar que había sido la Xunta la que licitó el proyecto y que es, por tanto, a Educación a quien corresponde solventar estas deficiencias.

A finales de enero el Anpa denunció estos daños y aseguró que la delegación territorial era conocedora de los mismos. Uno de los principales focos de filtración de agua está localizado en uno de los aseos de la zona de enseñanza infantil "que usan a diario niños de tres, cuatro y cinco años. Los padres indicaron entonces que sus reivindicaciones fueron trasladadas a Educación varias veces en los últimos años.