El aula de informática del instituto Ramón Aller, la única que no está sensibilizada con alarma -según apunta la Guardia Civil- sufrió este fin de semana el segundo robo en lo que va de año. Los ladrones accedieron al interior del edificio tras romper dos ventanales del centro. Una vez en la clase, se llevaron varios ordenadores así como componentes de otros equipos.

Fue una patrulla de la Guardia Civil la que dio la voz de alerta del robo al encontrar, ya el sábado, tirado sobre la calle uno de los equipos que posiblemente se les cayó a los ladrones durante la huida. Durante toda esa jornada así como el domingo, la Benemérita intentó contactar con el equipo directivo del centro, que desconocía el incidente puesto que no saltaron las alarmas. A primera hora de la mañana de ayer, la dirección recibía a los agentes para valorar tanto los daños como el material sustraído y presentar la pertinente denuncia. A falta de que se concrete el alcance del incidente, varios profesores del centro apuntan que el hurto fue menor que el que se produjo también en las aulas de informática el pasado mes de febrero. Al igual que entonces, a los responsables de la investigación no les cabe la menor duda de que los autores del robo conocen a la perfección el recinto, ya que consiguieron eludir todas sus medidas de seguridad. Por lo demás, no se produjeron desperfectos ni falta de material en el resto de dependencias del instituto.

Robos de cable

Por otra parte, fuentes de la Guardia Civil hacen hincapié en que en las últimas semanas ha descendido y de forma muy notable la frecuencia de robos de cable en tendidos eléctricos y obras paralizadas. Todo apunta a que las bandas organizadas que operaban en la comarca dezana se han desplazada hasta la provincia de A Coruña, donde sí está proliferando este tipo de hurtos. El cobre que se utiliza en estas infraestructuras se vende posteriormente a chatarrerías.