El temor a que la Consellería de Educación cierre el colegio público de Merza el próximo curso y, sobre todo, la acción de los padres de sus alumnos, que activaron una recogida de firmas para reclamar su continuidad, ha movilizado también a los tres partidos políticos de Vila de Cruces, que en el pleno de ayer aprobaron por unanimidad reclamar a la Xunta que mantenga abierto el centro.

El BNG anunció la presentación de una moción el pasado viernes, a la que ayer se sumó otra del PP. El alcalde, Jesús Otero, invitó al PSOE a que se uniese, y así lo hizo. Finalmente, los tres acordaron instar a la Xunta a que mantenga abierto el colegio, y crear una comisión formada por un representante de cada partido, del profesorado, y de los padres para reunirse con el delegado de Educación en Pontevedra. Una entrevista que el gobierno local solicitó de inmediato, nada más rematar la sesión plenaria. En ese momento, Otero también telefoneó al director del colegio, Jesús Pereiro, para comunicarle el acuerdo tomado por unanimidad.

Si la nueva decisión no muda las previsiones de la Xunta, mañana se espera la visita de un inspector al centro. La representante de los padres en el consejo escolar, Belén Casal, y su hija, que también ayuda en la recogida de firmas, presenciaron el pleno desde los asientos del público. Casal explicó al término de la sesión que su intención es estar presente en la visita de mañana y aprovechar para entregarle las rúbricas reunidas al inspector. "Nosotras dos ya tenemos unas doscientas", precisó su hija, si bien hay varias personas ocupándose de la tarea.

Campaña de captación

Otero reconoció que "a día de hoy no tenemos constancia oficial de si es cierto o no" que el colegio cierre. De hecho, el gabinete de la Consellería declinó ayer aclararlo: "Por el momento es temprano para saberlo. Si se toma alguna decisión se dará a conocer en el momento que sea", se limitaron a responder a preguntas de FARO. El gobierno local apuesta por poner en marcha una campaña de captación de alumnos. "quedan viviendas libras en el poblado minero de Fontao, y hay que animar a los padres", explicó Otero. El portavoz del BNG, Xoán Blanco, apostó por "mantener los servicios en el medio rural" para evitar la "sangría demográfica".

El edil del PSOE, Xurxo Guzmán, defendió que "sería importante" recuperar el servicio de comedor -eliminado para convertirlo en gimnasio- y recordó que, inicialmente, estaba previsto que el centro acogiese también los niños de Bodaño y Bascuas, y no solo los de Fontao y Merza. Y precisamente, contra el "repago" de los comedores escolares que, según el portavoz del PSOE, Bruno Vila, implantará la Xunta el próximo curso, versó una moción de los socialistas, apoyada por el BNG y rechazada por el PP.

Por otra parte, la oposición también se unió en una propuesta contra la reforma de la ley educativa, que defendió Araceli Costoya, profesora del instituto Marco do Camballón y miembro de la plataforma Movemento Dezao polo Ensino Público. "No conozco lo suficiente de la ley como para votar a favor", dijo el portavoz del PP, Manuel Souto, para justificar su voto en contra.