El 8 de junio, la Asociación de Jubilados y Pensionistas San Pedro de Agolada cambiará de directiva, de modo que su fundador y presidente desde 2007, Raúl Torreiro Sarandeses, cederá el mando a la hasta ahora vicepresidenta, Carmen Carril. Afirma que, a sus 83 años, es hora de continuar en el colectivo, pero con un papel que le exija menos dedicación.

-¿Qué valoración hace de esos seis años de existencia del colectivo?

-Pues estoy muy contento con todas las actividades que hemos puesto en marcha. En este tiempo, los socios participamos en diversos cursos promovidos desde la Diputación, como aulas de gimnasia, por poner un ejemplo. Además, tuvimos la oportunidad de hacer excursiones a las Rías Baixas, como una especie de viaje de fin de curso tras dichos seminarios.

-¿Cuántos socios tiene el colectivo que todavía preside?

-Llegamos a tener nada menos que 170, lo que nos da una idea del volumen de población mayor que existe en Agolada y de la necesidad de que se realicen actividades orientadas hacia nosotros, porque a los mayores, como a los niños, hay que mimarnos. Pero en los últimos años es cierto que perdimos bastantes miembros, bien porque fallecieron o bien porque se dieron de baja. En la asamblea que celebramos el pasado sábado en Os Pendellos de Agolada, se dieron de alta solo cuatro, y según los datos del año pasado, tienen su cota al día medio centenar de socios.

-Menciona las actividades que realizaron durante estos seis años merced a la Diputación. ¿En qué medida ha colaborado el Ayuntamiento con ustedes?

-Bueno, al principio el gobierno local nos concedía ayudas económicas para organizar cenas y otras actividades que nos sirviesen para estar juntos. Claro que entonces eran tiempos mejores, en lo que a economía se refiere, y los fondos de que disponía el concello permitían este tipo de subvenciones. Pero también quiero decir que el Concello de Agolada nos falló al no lograr sacar adelante el proyecto del centro de día en el local social. Para nosotros era una gran distracción tener bailes los domingos y disponer de una cafetería para pasar un rato. Estamos totalmente de acuerdo en que Agolada disponga de un centro de día o de una residencia (el inmueble se construyó inicialmente para este fin), pero lo que no resulta lógico es que el Concello traspase este edificio a la Xunta y que ahora esté cerrado porque nadie quiere ponerlo en marcha. Insisto en que los jubilados somos la mayor parte de la población de este municipio, y demandamos espacios de ocio y formación.

-También es cierto que desde el Concello, la animadora sociocultural se reunió con ustedes para ofrecerle su disposición a volver a realizar más actividades.

-Sí, así nos lo hizo saber en la asamblea del pasado sábado. Pero es que a raíz del cierre del centro social de la tercera edad, es posible que las actividades para mayores tengan lugar, a partir de ahora, en la Casa da Cultura. Lo malo es que este edificio no es la mejor ubicación para las personas mayores, al pie de la N-640, y se adecua mejor a los actos de otras entidades como la Coral o la Banda de Música. Las dos plantas que podíamos utilizar en el centro social eran ideales para las actividades que promueve el colectivo.