Varios voluntarios de la Asociación Protectora de Animais Peludos sen Fogar participaron ayer en la primera sesión de limpieza en una antigua granja de O Souto (Goiás), cedida por su dueña para que el colectivo la use como refugio de animales. Peludos sen Fogar solicita, también, material y asesoramiento a empresas para realizar reformas.