Las obras de construcción de las sendas de Manduas, en la carretera PO-204 que une Vila de Cruces con A Bandeira, comenzarán el próximo martes, día 28. Así se lo confirmó la directora xeral de Infraestruturas de la consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas, Ethel Vázquez, al portavoz del PP local, José Luis Espiño, durante una reunión mantenida en las dependencias de la Xunta en San Caetano.

La responsable autonómica le explicó al popular que, "como estaba previsto, los trabajos se iniciarán la última semana del mes para acometer la construcción de unas sendas que permitirán mejorar la seguridad vial de los vecinos que circulen por ella y, con ello, cumplir un compromiso que la Xunta tenía con esta parroquia". El anuncio se produce cuatro días después de que los vecinos, convocados por el gobierno local, participasen en una marcha de protesta para exigir a la Consellería que aclarase si mantenía su intención de construir las sendas y concretase cuándo iban a iniciarse los trabajos. La protesta, en la participaron un centenar de personas, fue organizada tras un encuentro del alcalde de Vila de Cruces, Jesús Otero, con el conselleiro, Agustín Hernández, que reconoció que lo prioritario en el proyecto sería realizar un bacheos. La reunión se celebró el pasado jueves, día 16, y el sábado 18, el gabinete de Hernández aclaró que haría las sendas. El pasado martes, la alcaldesa, Paula Fernández Pena, contactó con el gabinete del conselleiro y con el delegado de la Xunta en Pontevedra, José Manuel Cores Tourís, pero ninguno puso fecha al inicio de la obra.

El portavoz popular lamenta que la alcaldesa hiciese "el ridículo" convocando una concentración "que solo sirvió para hacer humo con el que tapar los múltiples huecos que le están saliendo en su gobierno". Critica que prefiriese "echarse al monte y sacar a los vecinos a la calle" sin antes "levantar el teléfono y consultar", pese a que "24 horas antes sabía que las obras se iban a hacer". Asegura que cualquier político "con un poco de criterio" se hubiera informado "sin tener que andar de pancartera barata por las parroquias".

Parece que "las relaciones institucionales y la diplomacia no son el fuerte de la alcaldesa", que está "a la gresca con todo aquel que no se mueve en la misma onda". Espiño le pide "rigor" y "que se deje de la actitud beligerante con la Xunta", apunta Espiño.