Las naves de Industrias González están libres de cargas, al igual que un piso en Laracha y media propiedad de un gimnasio en Lalín, que también saldrán a subasta para poder liquidar todos los pasivos de la empresa. Su puja ya era previsible desde finales del año pasado, puesto que durante el proceso de liquidación se sacaron a la venta otras propiedades así como maquinaria de la ferrallista, con la que se obtuvieron 110.000 euros. Fue, precisamente, el mobiliario de trabajo el que disparó la deuda de Industrias González. La veterana empresa tuvo que invertir en su momento ocho millones de euros en maquinaria y en los terrenos de sus instalaciones de Botos.

A día de hoy, el proceso de liquidación de Industrias González consiguió cerrar las dos hipotecas que pesaban sobre la empresa y que se habían tramitado en los dos juzgados mixtos de Lalín. Una vez que la firma entró en concurso de acreedores, el expediente se trasladó al Juzgado de lo Mercantil Número 2 de Pontevedra, donde se nombró como administradores al abogado José Luis Feijoo y al economista José Manuel Mosquera. La subasta que tendrá lugar en apenas tres semanas será notarial y, al ser abierta al público, permite que las ofertas eleven sus propuestas económicas y, con ello, aumentan las posibilidades de que la firma salde sus deudas.