En otro orden de cosas, el presidente de la Asociación de Fabricantes e Comerciantes de Mobles de A Estrada descartó ayer que el sector esté pensando, dado la situación que atraviesa, retomar en un futuro más o menos inmediato la celebración de la Feira do Moble de Galicia, una cita que en los últimos años había alcanzado una periodicidad bianual y que se decidió posponer en su edición de 2012. Calendada para abril del pasado año por la Fundación de Exposicións e Congresos, el sector y la organización llegaron al acuerdo de demorar su convocatoria, dejando a la evolución de la economía y del mercado la decisión de celebrarla a finales de año, algo que finalmente se descartó.

Figueiras rechazó la posibilidad de que esta cita reservada al público profesional -en 2012 habría alcanzado su undécima edición- se recupere a lo largo de este año y no se mostró demasiado optimista de cara a una pronta recuperación. "No es fácil decir lo que puede pasar dentro de dos años", manifestó este industrial, que seguidamente destacó que en estos momentos las ferias profesionales del mueble no están arrojando los resultados esperados y que muchas empresas no ven recompensado el esfuerzo de secundar este tipo de citas. En este sentido, cifró en entre 8.000 y 10.000 euros el precio de acudir a una feria como la de A Estrada o las del norte del país, gastos que se incrementarían sensiblemente si la convocatoria llega de otros puntos de España. "Las que hay (por las ferias) se acaban", apuntó Figueiras, queriendo incidir en que muchos de los eventos feriales de carácter profesional que se estaban celebrando para el sector se están cancelando o no tienen la repercusión de otras épocas.