La estampa de las cabinas telefónicas nacieron cuando un usuario que carecía de este servicio precisaba una urgencia médica. En España han formado parte de su paisaje urbano desde hace décadas, aunque la telefonía móvil y los locutorios de las ciudades están dejando en muchos casos estas casetas como meros objetos decorativos.

Las viejas estructuras de aluminio con puertas dieron paso a otras cabinas acristaladas de monedas e incluso tarjetas para efectuar las comunicaciones. Pero este mercado cada vez es menos rentable y muestra de ello es que en Lalín la firma Telefónica ha retirado dos en los últimos siete meses. Una de ellas dejó de estar operativa en la calle Areal y ahora el Concello acaba de recibir una petición para desmontar la situada al lado de la Praza de Abastos. No obstante, en el casco urbano todavía se conservan las de las rúas Pintor Laxeiro, Loriga, Matemático Rodríguez, Ponte y Praza da Torre. El operador R tiene una en el centro Pontiñas.

La caída del mercado conlleva la progresiva desaparición de un servicio que, en la comarca todavía se mantiene en todos los concellos. En Silleda hay 3 (Cartagena, Parque y una en A Bandeira) y en Vila de Cruces las de Praza Lareo y al lado del consistorio. En Agolada se mantiene la de la plaza del Concello, en Rodeiro en la vía Lalín-Monforte y en Dozón, en la parada de buses de O Castro.