Entre 2007 y 2012, cerraron 358 explotaciones de vacuno en Deza y Tabeirós-Montes. Pero el aumento del paro en otros sectores económicos y el consecuente regreso de los jóvenes al rural está frenando esta tendencia, como apunta el presidente de las cooperativas O Rodo y Xuncoga, José Luis Camiñas. "Hoy en día, los jóvenes de Deza saben que el sector industrial está paralizado y que los servicios ya no existen, así que vuelven al campo, porque el campo es rentable. Lo que necesita es otra política por parte de la Xunta", apunta.

Desde O Rodo, en los dos últimos años se impartieron otros tantos cursos de formación para la incorporación de gente joven a las explotaciones. Acudieron, en total, 40 personas, lo que da una idea del interés de las nuevas generaciones por las posibilidades del rural. Pero ¿y si se trata de un interés temporal mientras dura la recesión económica? Camiñas no lo cree así, sino que entiende la agroganadería como una actividad vital para la economía de la comarca, tal y como demostró desde siempre.

Al margen del relevo generacional, otra opción para evitar el cierre de explotaciones es el traspaso del CEA (el código de la explotación agraria) al que será el nuevo propietario. Con vistas a 2015 y a la eliminación del actual sistema de cuotas lecheras, el presidente de Xuncoga sostiene que "es cierto que hay que cubrir la demanda de este alimento, pero no podemos permitir que España sea el sumidero de la leche foránea". El país, pese a tener potencial ganadero suficiente, solo produce el 70% de lo que consume, de modo que el 30% restante procede de Francia y Alemania y marca un precio inferior al del producto nacional.

Una vez que desaparezcan las cuotas, Camiñas ve difícil que España pueda acaparar ese 30% restante, "puesto que seguirá habiendo limitaciones a la producción, y las explotaciones de la comarca no estamos preparadas para competir con otras granjas" debido a cuestiones como, por ejemplo, la disponibilidad de terrenos. El minifundio, la demora en el remate de parcelarias y el fracaso de sistemas como el Banco de Terras son trabas para optar, por ejemplo, a las ayudas que la PAC basará en la superficie disponible.

Mientras las granjas de leche contienen, poco a poco, su sangría de cierres, el sector hortícola y frutícola está viviendo un cierto auge por, precisamente, la incorporación de gente joven. El nuevo secretario comarcal del Sindicato Labrego Galego (SLG), Brais López, explica que las producciones de huerta de la zona "combinan un sistema mixto de autoconsumo con una orientación progresiva hacia el mercado". Esta combinación suele darse entre los vecinos que deciden volver a establecerse en el rural.