En el ámbito estatal, los banquetes de Primera Comunión recortaron su precio en un 11%. Para hacer frente a la competencia, los restaurantes incorporan servicios complementarios que puedan alargar la fiesta lo máximo posible, sin cansar ni a padres ni a niños. Por eso, cada vez es más frecuente que el banquete lleve como complemento un animador, que puede cobrar en torno a 100 euros por dos horas de trabajo. Esta opción está disponible en el Pazo de Bendoiro, por ejemplo, en donde, además, los niños disponen de un espacio con hinchables y columpios y una piscina. Para los más pequeños, asimismo, se puede contratar un buffet de chucherías. En Rodeiro, el restaurante Casa Sánchez también decidió incorporar un jardín a sus servicios de comunión y bautizos para relanzar las reservas. Y funcionó, porque los clientes demandan cada vez más este tipo de servicios, indican desde el local.

Para el niño que protagoniza ese día importa, y mucho, no solo lo bien que va a pasarlo junto a sus amigos, sino también los regalos que va a recibir. Resulta práctico y ya habitual que sus padres elaboren una lista de regalos para que los invitados puedan adquirir aquello que está dentro de sus recursos y, sobre todo, que va a resultarle útil al pequeño.