El cocido de Lalín roza el sobresaliente. Así lo atestiguan las valoraciones efectuadas por las personas que lo degustaron en los restaurantes participantes en el Mes do Cocido, que, como cada año, se celebró entre el 15 de enero y el 14 de febrero. Los resultados se han obtenido a través de 2.500 cuestinarios cubiertos en una veintena de los locales participantes, pues tres de ellos declinaron a posteriori colaborar en la iniciativa, impulsada por el Concello de Lalín en el marco del "compromiso de calidad" iniciado ya el año pasado con un "decálogo de calidad".

El objetivo del proyecto es lograr la implantación de un sello de calidad para la "gallina de los huevos de oro", expresión acuñada por el alcalde José Crespo para definir la Feira do Cocido y todo lo que la rodea. Este año se ha creado un reglamento de obligado cumplimiento para los restaurantes adheridos y se ha puesto en marcha un sistema de medición basado en un trabajo de campo, mediante cuestionarios que debían cubrir los comensales y visitas del denominado "cliente misterioso".

El edil de Turismo, José Antonio Rodríguez, dio a conocer ayer los principales resultados de los 2.500 cuestionarios válidos después de que hace una semana remitiese cartas a los restaurantes adheridos al proyecto dándoles cuenta de algunos detalles. "El proceso de evaluación lleva tiempo porque trabajamos con recursos propios", justifica el concejal la tardanza en desvelar los resultados. En todo caso, aún se cumple el plazo de seis meses fijado en el propio reglamento. En cuanto al número de cuestionarios -algunos fueron invalidados por ser anónimos u omitir datos-, es muy inferior al de comensales porque no todos los clientes aceptaron colaborar, ni siquiera todos los restaurantes adheridos, como queda dicho.

La atención recibida fue valorada como "muy buena" por el 84,88% de los encuestados y como "buena" por el 14,47%, lo que suma más del 99%; solo un 0,53% la califica de "muy mala" y un 0,12% de "mala". Algo parecido sucede con la calidad de la comida degustada, valorada como "excelente" por más del 99%: El 77,51% se muestra muy de acuerdo con tal definición y el 21,93 simplemente de acuerdo.

El precio -situado entre 20 y 45 euros por menú, en función del restaurante- es otra cuestión candente y los clientes también lo estiman adecuado en relación a la calidad de la comida, si bien en este caso es un 56,76% quien lo ve "muy bien", mientras que para el 41,59% está "bien", a secas; en este caso, hay un 1,65% que cuestiona la factura. "No es uno de los problemas de nuestro plato", entiende Rodríguez.

La práctica totalidad de los clientes también aprueba las instalaciones o el tiempo de espera por la comida, entre otras cuestiones de menor calado incluidas en el cuestionario. En el cómputo global, el 99% de los clientes recomendaría la experiencia de comer cocido en Lalín. "Esta es la mejor campaña para nuestros establecimientos", reseña el concejal de Turismo.

Poca información

Los resultados generales permiten extrapolar el grado de cumplimiento de los procedimientos pactados previamente por los mismos restauradores. La satisfacción general obtiene 4,37 puntos en una escala de 0 a 5, es decir, "un notable alto". También superan el 4 el servicio prestado (4,07) y la oferta gastronómica (4,02). Las peores notas, aunque aprobando con creces, corresponden a las instalaciones (3,82 sobre 5) y la información facilitada al cliente (2,87). En este punto, Rodríguez reconoce un fallo de su departamento: No haber proporcionado folletos con información municipal (turística, comercial...) a los restauradores para que se la diesen a sus clientes junto con el cuestionario. "Para ellos sería más práctico que informarles de viva voz", admite el edil, que ya tuvo quejas de los hosteleros en este sentido.