La ejecución del derribo de la nave ilegal próxima al centro de salud de Vila de Cruces no exime a su dueño del pago de la multa impuesta por el Concello por incumplir los plazos y desoír los reiterados avisos del gobierno local para que repusiese la legalidad.

El alcalde, Jesús Otero, asegura que no perdonará al propietario, una entidad bancaria, el abono de la sanción de 1.000 euros notificada días antes de acometerse la demolición. "La multa estaba comunicada y tiene que pagar", asevera. Las obras de demolición del inmueble comenzaron el pasado lunes, poniendo punto y final a años de un litigio que comenzó por una denuncia entre particulares. Una parte de la nave, construida como almacén agrícola, invadía zona verde, una ocupación ilegal.