-Nacido hace 50 años en Dorvisou (Insua), vive desde hace dos décadas en Tenerife, donde regenta el 'Gastrobar La Kocina'. Vive de la hostelería, pero la fotografía es su pasión. Le valió para ganar el premio 'Galo de Curral' en la categoría de Cultura. ¿Viajará para recoger el galardón?

-Lo intentaré. Es un reconocimiento de mi pueblo y quiero compartirlo con la memoria de los que ya no están, como mi gran amigo Paco Lareo y mi madre, fallecidos los dos este último año. Además, tengo otro gran motivo para volver a mi tierra: Conocer a mi nieto, que nació hace poco.

-Es fotógrafo aficionado, pero ha expuesto en varias salas y ha participado en la exposición local 'Crucesarte'. ¿Si tuviese que elegir una instantánea suya que simbolice Vila de Cruces, cuál sería?

-Los retratos de Paco Lareo, sin lugar a dudas. Teníamos mucha confianza, así que posaba con toda la libertad del mundo. Y el paisaje... Siempre tuve presente el paisaje de Vila de Cruces, que fue lo que me ilustró.

-Paco Lareo ha sido una gran influencia artística para usted...

-Éramos grandes amigos. Cien 'Solainas' en Galicia harían mucho más por la cultura que la ciudad del Gaiás, y aún así, sería más barato. Es un creador que soñaba con esa Galicia cultural y rural a la vez.

-Recibe el premio de cultura, pero vive de la gastronomía. ¿El menú de su restaurante canario tiene productos de Cruces?

-Hacemos un pincho de mar y montaña, con langostinos y chorizo, pero los compro en Lalín. (Se ríe). Uso productos gallegos, como el queso Arzúa Ulloa. Yo consumiría más productos de Deza, pero es cuestión de mercado.

-Siendo cruceño, ¿tampoco cocina gallo?

-No, pero no lo descarto. Tengo en la cocina a Carlos Fresco, un gallego de pro.