El Concello de Silleda ingresó 6.538,50 euros en los primeros seis meses de aplicación de la tasa por la instalación de puestos de venta en la feria de A Bandeira. Teniendo en cuenta que cada mes se celebran dos mercadillos en la localidad, la media de recaudación por feria es de unos 500 euros, según el recuento realizado por el gobierno local. En esta cantidad total están incluidos los recibos -de 100 euros anuales- cobrados a los comerciantes que realizan la venta en vehículos, como es el caso de panaderos o pescaderos.

La tasa comenzó a aplicarse, en la práctica, el 14 de noviembre del año pasado, aunque la ordenanza estaba vigente desde octubre. El gobierno que lidera Paula Fernández Pena, optó por dar un margen de adaptación a los vendedores, y no comenzó a sancionar a quienes no abonasen su correspondiente cuota hasta la feria del 29 de noviembre. La medida no estuvo exenta de polémica. Muchos tenderos mostraron su descontento por considerar elevada la tasa establecida: Un euro por metro lineal para puestos de hasta 3,50 metros de ancho; y un euro por metro cuadrado a los que superen estas dimensiones.

Entre los molestos, hubo quien amenazó con dejar de acudir a la feria por entender que, económicamente, no le compensaba. Fuentes del gobierno local apuntan que en las últimas dos ferias -las celebradas en el mes de abril- "se notó una gran afluencia de puestos". El buen tiempo y la temporada de siembra de los huertos anima las ventas -también se percibió, por ejemplo, en el último mercadillo de Lalín, celebrado el pasado viernes-. La venta de productos de temporada, como ahora es el caso, también hace incrementar el número de tenderos. Otro de los factores que condiciona la afluencia de público es la coincidencia con otras ferias en la misma jornada.

La mayoría de los comerciantes ambulantes que acudieron a A Bandeira los últimos seis meses optaron por pagar sus tasas el mismo día. El Concello mantiene activo el servicio de cobro en el Centro Social dos Maiores de A Bandeira, que atiende un trabajador municipal durante toda la mañana.

El gobierno reconoce que hay "muchos casos" en los que la Policía Local detecta puestos que no pagan. Cuando son descubiertos, los agentes les recuerdan la obligatoriedad del abono, ante lo que acuden al citado centro de mayores para ponerse al día. Pero también este último medio año hubo vendedores ambulantes que no sufragaron sus tasas y fueron denunciados. En este caso, disponen de un plazo de quince días para efectuar el ingreso. De lo contrario, se enfrentan a multas de entre 300 y 3.000 euros.

Además del requisito económico, cada puesto tiene, obligatoriamente, que disponer de una cartilla identificativa, en la que se especifique el tipo de producto que despacha; la dimensión del puesto; su ubicación en la feria -hay tiendas con lugar reservado-; y la fecha límite de validez del permiso.