La responsable municipal de Benestar, Paz Pérez, realizó un amplio balance de los principales programas solidarios que funcionan actualmente con recursos propios con el objetivo de proteger a las familias con más dificultades. La recogida y entrega de alimentos, en coordinación con entidades como Cruz Roja, Cáritas o el Banco de Alimentos de Vigo, además de aportaciones de empresa locales, permitió aportar a las familias más desfavorecidas un total de 26.400 kilos de alimentos durante el año pasado y este cuatrimestre.

Del colectivo olívico llegaron 5.500 kilos, 2.000 fueron aportados por la empresa local Inasus, 2.400 por la Peña Barça Lalín, 1.000 por la carrera solidaria y 500 de la campaña Pontiaxuda del centro comercial Pontiñas. Otros 15.000 procedían de cesiones por programas coordinados por la Unión Europea que, en su conjunto, cubrieron las necesidades alimenticias de un total de 188 familias y 508 personas. Mediante el proyecto Xantar na Casa, se atienden a una decena de dependientes.

El trabajo de Benestar ha permitido, en otro orden de cosas, que las ayudas por emergencia social municipales lleguen a 65 personas con un importe de 10.280 euros, aunque en lo que va de año ya hay 26, lo que indica que la situación de desigualdad es preocupante. Las compensaciones de la Xunta tuvieron 65 destinatarios el año pasado y ya 34 solamente durante este cuatrimestre.

El número de familias beneficiarias de pensiones no contributivas alcanzó el medio centenar -ya 24 en este año-. En otros programas como el desván municipal se entregaron 30.000 enseres -sobre todo ropa y calzado- a 593 beneficiarios, las inversiones en material escolar suman 8.000 euros y la campaña Nengún Neno sen Xoguete llegó a 121 menores de 72 familias durante las pasadas fiestas navideñas.