Las comarcas de Deza y Tabeirós-Terra de Montes cuentan con 111 montes vecinales mancomunados, pero de ellos únicamente diez disponen de un proyecto de ordenación y de un plan técnico de gestión para su mantenimiento y explotación, tal y como recomienda la nueva Ley de Montes, en vigor desde hace casi un año. Son los datos que maneja la Consellería de Medio Rural e Mar, y que reflejan el escaso aprovechamiento que acusan las superficies forestales de propiedad vecinal.

Para analizar la realidad actual y establecer lazos de colaboración entre los comuneros de Deza, la Asociación Medioambiental e Cultural Montes Vivos -de la parroquia cruceña de Merza-, organizó ayer en Parada (Silleda) el I Encontro de Montes Veciñais en Man Comun da Comarca do Deza. A la reunión estaban invitados propietarios de una docena de comunidades, para que contasen sus experiencias y, juntos, establecer propuestas de actuación para plantear nuevos retos y crear una dinámica de grupo.

Deza "es una zona con un gran potencial", asegura la consultora forestal Cristina Gende, una de las ponentes en el encuentro de ayer. Sin embargo, sus montes no están lo suficientemente aprovechados, según se desprende de los datos oficiales. En sus seis concellos, la Xunta tiene constancia de la existencia de 29 montes vecinales mancomunados, pero tan solo cuatro cuentan con un plan de gestión. Son los pertenecientes a los grupos de Farelo e Costa da Pena, y Montes de Arriba, en Agolada; Pena de Francia, en Dozón; y Busto, en Lalín. Suman un total de 929,21 hectáreas. De ellas, 601,3 pertenecen a los proyectos agoladenses: 230,12 hectáreas a Farelo e Costa da Pena; y 371,18 a Montes de Arriba, agrupaciones registradas en 2011 y 2004 respectivamente. Los montes de Pena de Francia -inscritos en 2011- ocupan 136,15 hectáreas; y los de la mancomunidad de Busto -registrada hace un año- engloban 191,76 hectáreas.

La actividad mancomunada cuenta con un mayor peso en Tabeirós-Terra de Montes, especialmente en los ayuntamientos de Forcarei y Cercedo, los únicos en los que la Consellería reconoce proyectos de gestión activos. Seis de sus 81 montes comunes cuentan con planes técnicos para aprovechar 1.238,71 hectáreas.

Forcarei concentra 648,2 hectáreas explotadas, 356 por la comunidad de Fixó e Portela; y 292,2 por la de Soutelo, constituidas en 2010 y 2012 respectivamente. En Cerdedo son cuatro las mancomunidades con proyectos de ordenación en 590,51 hectáreas. Son Insua e Milladoiro; Barcia, Batán e Baiuca; Xangal; y Loureiro, inscritas todas ellas entre 2005 y 2012.

En A Estrada la Xunta reconoce tan solo un monte vecinal mancomunado, el de la parroquia de San Miguel de Barcala, aunque este no cuenta con un plan de gestión como recomienda la normativa. La mayoría de los de la zona carece de proyecto de aprovechamiento. En Forcarei hay 42 comunidades; 39 en Cerdedo; 8 en Lalín; 3 en Silleda; 5 en Vila de Cruces, 5 en Rodeiro; 4 en Agolada; y 4 en Dozón.