Si hace unos días el ganadero estradense José Antonio López Pampín se mostraba indignado e impotente tras la desaparición de un potro recién nacido que él atribuía al lobo, ayer relató a esta Redacción que ha visto confirmada sus peores temores con dos nuevos ataques. Le ha desaparecido otro potrillo recién nacido y, además, ha visto cómo una de sus reses adultas también era atacada con fatal desenlace. Los restos de este animal, ya cadáver, yacían ayer con evidentes signos de mordeduras e incluso de haber sido comidos en la explotación silvopastorial que López Pampín tiene en la zona de Monte Cabalar, en los límites entre A Estrada y Cuntis.

López Pampín destacaba que estos animales vienen a sumarse al potro desaparecido a principios de semana y a los 6 potros y la yegua que, según asegura, el lobo mató en una campaña anterior en su explotación equina para la producción de carne ecólogica, sin que la administración le haya indemnizado. Mucho tiempo después de sus denuncias, le llegan resoluciones que establecen que no es raza pura de lobo.

En este contexto, Unións Agrarias anunció ayer que ha solicitado una reunión con el director xeral de Conservación da Natureza, Ricardo García-Borregón, para pedirle que la administración autorice a dejar animales muertos en ciertas zonas del monte para que los lobos puedan alimentarse de esa carroña y evitar así la presión brutal que ejercen sobre las explotaciones de toda Galicia pero muy especialmente de Tabeirós-Montes y Deza.