El ataque más reciente de lobo en Agolada fue en el entorno de un refugio de fauna en Trabancas. En estas cuestiones, la normativa resulta confusa a la hora de esclarecer responsabilidades, "porque si atacan un animal dentro del refugio, los daños corren a cargo de la administración, pero si tienen lugar en una finca colindante al tecor, somos nosotros quien debe abonarlos", a pesar de la insistencia de los cazadores para reducir la población de lobo. El presidente del Tecor Farelo, José Manuel Blanco, también recuerda un accidente de coche contra un lobo en la entrada al casco urbano de Agolada. El animal pesaba en torno a 70 kilos y, desde la Xunta "se pretendía que el tecor se hiciese responsable de los daños del vehículo. Pero, si el lobo no es una especie cinegética, lo lógico es que los cazadores no abonemos los daños que causa", alega. Sea como fuere, el año pasado los daños del lobo abrieron 27 expedientes por ataques mortales a 60 reses en las dos comarcas.