Todavía parece que acaba de llegar de Colombia o Brasil y ya está haciendo de nuevo lo que semeja un esfuerzo sobrehumano para que todo encaje en su maleta. Su carácter disciplinado y concienzudo, junto con muchas horas sobre el libro, llevaron a la estradense María Liste Caparrini a graduarse en Medicina. Sin embargo, su espíritu emprendedor, dinámico y en cierto modo soñador hizo que su pasión por el teatro se impusiese al final de esta primera etapa académica. De nuevo volvió a las aulas, aunque esta vez a las de la Escola Superior de Arte Dramático de Galicia, enVigo. En pocos días emprende una gira con la compañía Inversa Teatro que la llevará a teatros de Colombia, México y Venezuela. Este es el tercer viaje de Inversa por Latinoamérica, después de su paso por Brasil y Colombia.

-De nuevo haciendo la maleta. Esta vez Colombia, Venezuela y México...

-Sí, y ¡no sabes qué quebradero de cabeza es hacer una maleta para un mes! Estoy intentando meter todo en una mochila grande y dejando los "por si acaso" de lado. ¡Con suerte de ésta aprendo a viajar! Nuestro primer destino es Cartagena de Indias (Colombia), repetimos ciudad, pero no espacio. Esta vez actuamos en el marco del Festival Gran Caribe. Luego viajaremos a México, donde actuaremos en el Teatro Experimental de Jalisco durante tres días consecutivos. Por último estaremos en Caracas (Venezuela) en el Festival Somos Más. Además de actuar vamos a impartir talleres de teatro infantiles, de género y cuentacuentos.

-Para una compañía del tamaño de Inversa Teatro el reto, y también el éxito, es mucho mayor. ¿La necesidad agudiza el ingenio a la hora de buscar financiación? ¿Cómo se ha logrado esta gira?

-En estos tiempos el ingenio y la creatividad es lo único que pueden salvar a las compañías de teatro. El panorama de desmantelamiento cultural al que asistimos es desolador. Inversa Teatro no encuentra apoyos institucionales ni privados en su tierra, por eso tiene que buscar fuera. Esta gira ha sido apoyada por los festivales en los que vamos a participar, por la embajada de España en Venezuela y la Agencia Española de Cooperación y Desarrollo de Cartagena de Indias, además de la inversión que Marta Pérez, como productora y directora de la compañía, hace.

-De nuevo gira con Kamouraska. ¿Qué tiene de especial esta obra?

-Kamouraska es un lugar de reto, de creación colectiva, de superación personal y de descarga emocional. A ello se le suma la fuerte conexión entre los personajes y las propias actrices, que en aquel momento de creación y sin buscarlo, hallaron consuelo en el compartir miserias y anhelos. Para mí, a día de hoy, hacer Kamouraska es un ejercicio de sinceridad conmigo misma.

-Cuatro mujeres emprendedoras. Otros cuatro talentos que emigran, aunque sea con la tranquilidad de saber la fecha de regreso. ¿Cuesta más actuar en casa?

-En casa no nos "dejan" actuar. La red de teatros y auditorios de Galicia ha recibido un presupuesto de risa para programar espectáculos. Es evidente que no todas las compañías tendremos un hueco en la red... Si optas por ir a taquilla, puedes acabar pagando por trabajar. En este caso la emigración es más que urgente y, créeme, no sé si es tranquilizador tener una fecha de regreso, porque lo que nos espera aquí es... ¡nada!

-¿Cómo es que una estradense que está girando por tantos países, llevando a teatros latinoamericanos su saber hacer sobre las tablas todavía no ha actuado en el Principal, más allá de su participación en la Escola Municipal de Teatro?

-Eso mismo me pregunto yo... ¡A mí me encantaría volver a las tablas del teatro de A Estrada! Allí pasé momentos inolvidables con mis compañeros y compañeras de teatro de la escuela y, gracias al gusanillo que me metieron Artur Trillo y Anabell Gago, mis profesores de aquella, me decidí a ingresar en la Escola Superior de Arte Dramático (ESAD) de Vigo.