Augas de Galicia publicó ayer en el DOG la revisión de las zonas sensibles de la demarcación Galicia-Costa, cuatro años después de la última actualización. De este modo, a las rías de Pontevedra y de Ferrol se suman 9 zonas húmedas y 13 pantanos de abastecimiento de agua a poblaciones, entre los que no figura el embalse de Portodemouros.

El argumento que maneja la Consellería de Medio Ambiente para no incluir a esta presa estriba en que Portodemouros se destina a la producción eléctrica y a prácticas de pesca y deportiva, y no al abastecimiento de población. No tiene en cuenta, pues, que aguas abajo del pantano sí existen captaciones de agua particulares y que se han detectado, además, vertidos de aguas fecales de Agra (Agolada). Es más, el año pasado y a causa de la profunda sequía -llegó a estar al 25% de su capacidad- las aguas de Portodemouros se tiñeron de verde debido a la presencia de microcistina, un alga que prolifera en zonas con exceso de materia orgánica -procedente de explotaciones agrícolas o de depuradoras- y sin apenas movimiento de aguas. La contaminación, además, podrá afectar a medio plazo a la pesca.

Esta situación se produjo en otros pantanos como el de As Conchas y Cachamuíña (ambos en Ourense), o el de Caldas de Reis, que sí figura en el listado de Augas de Galicia. Los 13 pantanos de este catálogo suministran un caudal de 7.000 litros/segundo a casi 1,7 millones de habitantes, por eso la Xunta "avanza en la protección de estos recursos estratégicos para el desarrollo socioeconómico de estas regiones".

En cuanto a los nueve humedales - A Frouxeira; Baldaio; Carnota; Corrubedo; Bodeiro;: Vixián; San Pedro de Muro; Doniños y Sobrado dos Monxes- precisan de una protección dado su alto valor ecológico y la amenaza que suponen para ellos el drenaje, la contaminación y la sobreexplotación de sus recursos. La declaración de estas 24 zonas deberá revisarse, de nuevo, dentro de cuatro años.