Al alcalde de Lalín le pilló por sorpresa la decisión del Ministerio de Fomento de no construir el apeadero del Tren de Alta Velocidad (TAV) en Botos, tal como había solicitado el Concello, dado su elevado coste, que se cifra entre 8 y 10 millones de euros. Pero no cejará en su empeño por lograrlo. "Voy a luchar para que Lalín tenga conexión directa con la alta velocidad", proclama José Crespo Iglesias. Eso si, asume que "habrá que esperar", dadas las restricciones económicas impuestas por la propia administración estatal.

"Yo no tenía conocimiento (del descarte de Fomento)", declaraba ayer el regidor lalinense, que incluso preguntó por el asunto a la ministra Ana Pastor el pasado sábado en Silleda, durante el congreso del Partido Popular de Pontevedra. "Me dijo que lo estaban viendo, tanto la petición del apeadero como la cesión de las escombreras, pero no confirmó nada", explica Crespo, quien, no obstante, da "verosimilitud" a la noticia adelantada ayer por FARO DE VIGO, dada la actual situación económica. "No tenemos ninguna comunicación, ni a favor ni en contra del proyecto, pero es cierto que ahora mismo no hay recursos económicos para nada", manifiesta.

El alcalde considera que se trata de un contratiempo obligado por la crisis, pero no arroja la toalla. Al contrario, anuncia que se mantendrá firme en su demanda para conseguir que Lalín tenga una lanzadera -modelo Avant, como el de los trenes que circulan actualmente por la vía- y no perder así la conexión ferroviaria con Santiago de Compostela y Ourense. "Ya sé que el TAV no va a parar en Lalín", matiza Crespo, cuya propuesta alude al aprovechamiento del PAET (Punto de Adelantamiento y Estacionamiento de Trenes) de Botos como apeadero de un tren convencional, lo que facilitaría a los vecinos de la comarca una conexión con la capital de Galicia y sus distintos servicios (Hospitales, Universidad, Xunta...) y con Ourense, en cuyas estaciones si podrían tomar el TAV.

"Seguiré luchando con todas las armas que tenga a mi disposición, pues la zona centro de Galicia queda de espaldas al tren", añade el regidor. Insiste en que la conexión ferroviaria es "muy importante" para la dinamización de la comarca, "está bien razonada" y "es de justicia". Subraya que ya hay trabajo hecho: Dos andenes, terreno expropiado y espacio para dos vías más -aunque bastaría una-. El problema es la señalización, pues cambiar las señales un par de kilómetros hacia cada lado del PAET podría costar seis millones de euros.